Las mujeres podemos pasar horas en una casa de ropa buscando el vestuario indicado, y ni pensar en el tiempo que perdemos en una tienda online. La elección de la prenda que se ajusta a nuestros deseos y a lo que se usa hoy en día, es un desafío que nos exige a conocer en detalle las virtudes de cada corte y los colores que nos permitirán estar a la moda.
Si hablamos de vestidos lo primero que se nos viene a la cabeza es la palabra “comodidad”. Ningún otro atuendo nos provee tanta libertad de movimientos como un vestido de mujer, pero además tiene la virtud de brindar elegancia y sofisticación, siempre y cuando la elección sea la adecuada.
Pueden ser útiles para una larga jornada laboral, para días calurosos, un vestido de fiesta o para esos días “complicados” del mes. Y aquí es donde debemos prestar atención en los cortes, estilos y colores que aplican correctamente para cada situación.
Tipos de vestidos de mujer:
Cortos según la ocasión
Son ideales para un largo período del año que va desde el comienzo de la primavera hasta fines del verano. Podemos optar por estampados y floreados en caso de utilizarlos durante el día, o incluso para un trabajo distendido. Si los combinamos con un par de botas largas podemos estirar ese período de tiempo en el que el otoño se confunde con el verano y el invierno con la primavera.
Protocolarmente se indican en eventos no tan formales como un cóctel, una entrega de premios, o un matrimonio celebrado al mediodía, ya que se considera al vestido corto como de media etiqueta. Para estos casos se sugiere optar por colores uniformes y no por estampas, aunque existen excepciones.
En ambos casos hay que prestar atención a la elección del calzado y los accesorios, que también son una parte importante que resaltan y potencian la elección de nuestro vestido.
Con la cabeza en la fiesta
Si hay algo que nos quita el sueño y en más de una ocasión nos han dado dolor de cabeza, es la elección de un vestido de fiesta para un evento importante. Una boda de un familiar o una amiga cercana pueden ser un buen motivo para gastar lo que sea necesario para vestir bien y dejar una buena impresión. Pero hay ocasiones en los que el buen ojo le gana a la buena billetera, incluso podemos aprovechar ofertas como en el cyberday.
En estos casos primero tenemos que definir en qué color y gama vamos a acudir al evento. Si queremos pasar desapercibidas podemos optar por el clásico negro o colores pasteles. Si queremos ser el centro de atención, el rojo nunca falla. Eso sí, está prohibido llevar blanco como la novia.
Una vez definido el color, es el momento de comenzar la búsqueda del corte perfecto que nos dé comodidad y elegancia, pequeña tarea.
El estar cómoda o no puede marcar la diferencia entre una gran fiesta y una fiesta paupérrima. Por eso es importante tener las medidas corporales en caso de comprar de forma online, o dedicarle tiempo al probador de ropa en caso de una compra presencial.
Aquí definiremos si queremos escotes pronunciados o sin escote, con o sin mangas, holgado o al cuerpo, etcétera.
Y la elegancia la marcará la calidad de la tela, la presencia de brillos o no y fundamentalmente el corte. El nivel de detalles elegidos por el diseñador hará de nuestra prenda la distinción por sobre el resto.
Colores tendencia
Este tema sí que es interesante y claro que dependerá de cada lugar y momento del año, pero en Sudamérica podemos predecir qué pasará en cada estación con los colores en base a lo que sucede en las grandes capitales de la moda.
Los colores tendencia son aquellos que se impusieron en los grandes desfiles y eventos de la alta costura, tanto de Europa como de Estados Unidos y Japón. En cada estación del año se presentan nuevos proyectos de los diseñadores estrella que nos dan una referencia de lo que se usará en todo el mundo.
Como parámetro, en el verano 2021-2022 el azul “aqua” fue la gran tendencia en Norteamérica y Europa que replicó meses más tarde en Sudamérica, color que representó el avance de la tecnología y que según los expertos tiene una connotación futurista e innovadora.
Para el 2022-2023 se estima que el azul “Malibú” será la gran vedette, con un tono cercano al celeste, al azul eléctrico y con mucha intensidad. Genera una sensación de presencia en el océano y la playa, y se espera que sea el elegido para los vestidos de fiesta en Chile, Argentina, Brasil y Uruguay en el próximo verano.
Sin embargo, esto es sólo una pequeña referencia que no significa que el resto de los colores ya no se usen o estén pasados de moda. Sólo intentan marcar un camino por donde las grandes marcas se van a mover, o lo que van a buscar con sus prendas.
Esta pequeña guía de colores nos permite saber por dónde se mueven los diseñadores, o qué intentan inspirar con sus prendas. Para nuestro fin, es importante conocer las tendencias, como así también, cuáles son los verdaderos clásicos que siempre están vigentes.
Negro y rojo, colores que no pasan de moda
No podemos hablar de vestidos de fiesta elegantes sin referirnos a un vestido negro. La simpleza del tono hace a lo bello. El negro puede hacer lucir cada corte y puntada del diseñador, como así también resaltar los detalles de los accesorios. No hay nada mejor para lucir un buen collar y unos prendedores que un discreto vestido negro. Este color nos permitirá disimular imperfecciones, resaltar el peinado, la sonrisa y el makeup.
El rojo hará que todos los invitados noten nuestra presencia, claro que no pasará desapercibido. A diferencia del negro, aquí la atención estará puesta en nuestro vestido y cada detalle e imperfección que tenga saldrá a la luz.
En ambos casos, y en el resto de los colores también, debemos ser cuidadosas en la elección del calzado, ya que una mala combinación tirará por la borda todo el esfuerzo que hemos hecho.
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