Estresarse es una reacción habitual que tiene el cuerpo para estar alerta ante diversos peligros o desafíos, no obstante, cuando se da de manera crónica puede llegar a dañar tu salud. A continuación te contamos cuáles son los efectos que el estrés puede generar en tu cabello a corto y largo plazo.
1. Aparición de canas
La prestigiosa revista científica Nature, reveló un estudio realizado por neurólogos de la Universidad de Harvard, en el que se demostró que al exponerse a niveles prolongados de estrés intenso, nuestro sistema nervioso simpático se activa, provocando la degeneración de las células responsables de la pigmentación de los folículos pilosos.
¡Pero no todo está perdido! Un reciente estudio hecho por científicos de la Universidad de Columbia, arrojó que, en algunos casos, si es que se eliminan los factores de estrés el cabello podría recobrar su color original.
2. Caída del cabello
Es sabido que pasar por períodos estresantes genera un impacto en la densidad de nuestras melenas. Esto, porque al someterse a niveles elevados de estrés, el cuerpo activa una reacción inflamatoria que induce el debilitamiento del folículo piloso.
Cuando esto pasa, el cabello entra en una fase llamada anágena, o de reposo, lo que conlleva a la caída del pelo en un lapso de dos a cuatro meses después de la exposición al episodio estresante.
3. Oleosidad y caspa
La producción excesiva de grasa, la picazón del cuero cabelludo y la aparición de caspa, pueden ser signos de que nuestro cuerpo está estresado. El estrés puede inducir al aumento de secreciones sebáceas en el cabello, favoreciendo el desarrollo de la caspa.
4. Pérdida de brillo en el pelo
El cabello pajoso y sin brillo puede tener relación con el estrés prolongado, ya que existe un nexo entre los estados de ánimo y la salud de nuestra piel y cabello, en general. Cuando una persona se siente agobiada o estresada, probablemente, eso se verá proyectado en el pelo, dando un aspecto de opacidad.
Finalmente, para disminuir o contrarrestar los efectos del estrés en el cabello, es recomendable que adoptes hábitos que mejoren tu estilo de vida, como alimentarte sanamente, meditar, hacer deporte o ejercicios de respiración. Recuerda que mantener tu cuerpo y mente en armonía, permitirá que te sientas más saludable y feliz contigo misma.