¿Tienes el pelo rizado? Entonces te encantará saber que estas melenas ya tienen su propia técnica de coloración.
Se trata del Curlyage, que nace del Balayage, pero en una versión totalmente personalizada.
Y es que al igual que el Balayage tradicional, el Curlyage consiste en aplicar reflejos a mano alzada para que se vean naturales, como si fueran matices del propio pelo.
Sin embargo, en el cabello rizado la colocación de estos reflejos es totalmente personalizada y se centra en proteger la integridad de los rizos.
Además, hay que considerar que la luz se reflejará de manera diferente en un cabello liso que en un cabello texturizado. Y eso genera que la aplicación personalizada de estos reflejos sea tan importante.
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Freso y versátil
Para realizar la técnica Curlyage es clave tener en cuenta la densidad del cabello, la elasticidad y la porosidad del mismo.
Estos tres factores son esenciales, ya que determinan dónde y cómo se colocarán los reflejos; además de ayudar a decidir qué nivel o fórmula de aclarador se utilizará.
Es fundamental analizar de manera personalizada cada melena, de modo que el cabello adquiera un color seguro sin dañar el patrón de los rizos.
Si eres crespa y quieres probar este estilo, la recomendación es que acudas a un salón de belleza y entregues tu cabello a manos expertas. Al menos, la primera vez.
Y es que si ya es complicado hacer un Balayage en cabello liso, en un pelo rizado la tarea se dificulta por el color y la intensidad.
Eso sí, el resultado te dejará más que satisfecha y querrás llevar este efecto toda la temporada.
No importa si tu melena rizada es rubia o castaña. Siempre podrás incorporar estos destellos más claros propios de la coloración.