Ya sabemos que el balayage es una técnica de coloración francesa que toma su nombre del verbo ‘balayer’, que significa barrer.
La técnica crea un cabello ligeramente aclarado, que luce con un aspecto natural como aclarado por el sol, con tonos más claros en las puntas.
Quizás ya has probado algún tipo de balayage tradicional. Pero, ¿te animarías a probar un balayage cobrizo?
En qué consiste
El balayage cobrizo es una técnica de coloración que implica hacer unas mechas muy finas en tonos cobre y cálidos que ayudan a iluminar el cabello, de manera muy suave, y a dar más luz al rostro, pero de forma sutil.
Son perfectas para quienes nunca se han hecho mechas y tampoco quieren dar color en la raíz, pero aún así buscan cambiar de look.
Además, no necesitan retocarse con frecuencia, que es otro de los beneficios de esta técnica de tinturado.
¿Sirve con cualquiera color de pelo?
La respuesta es sí. En cabellos oscuros, castaños o rubios, es completamente posible conseguir este balayage con mechas cobrizas.
Solo hay que adaptar el resultado deseado a los gustos y, especialmente, a las facciones de cada persona.
Revisa: ¿Un cambio de look? Prueba el copper, el color de pelo tendencia en TikTok
Cabe destacar que el balayage acentúa el cabello con mechas más claras, zonas de luz que crean profundidad, y ofrecen un resultado natural y perfecto para darle un aire nuevo a tu melena.
¿Cómo se mantiene un balayage cobrizo?
Los tonos cobre suelen ser pigmentos frágiles, por lo que es más probable que desaparezcan con los lavados antes que otros tonos.
Por lo tanto, si quieres mantener su intensidad como el primer día, lo mejor es retocar tus mechas cada 7 u 8 semanas.
Además, pide a tu peluquero que analice, según tu tipo de pelo, si es que necesitas algún otro cuidado específico o no.