El arte del contorno dependiendo del tipo de rostro ha revolucionado el mundo del maquillaje, proporcionando una técnica poderosa para esculpir y realzar los rasgos faciales.
Ya sea que desees afinar tu nariz, resaltar tus pómulos o definir tu mandíbula, el contorno puede transformar y embellecer cualquier tipo de rostro. Sin embargo, la clave para lograr el éxito radica en adaptarlo a la forma específica de tu cara.
En FMDOS te creamos una guía sobre cómo utilizar el contorno de manera efectiva para cada tipo de rostro, asegurando que aproveches al máximo esta técnica de maquillaje y resaltes tus mejores características.
Desde rostros ovalados y redondos hasta cuadrados y en forma de diamante, descubre los secretos para logra un acabado profesional y favorecedor.
Rostro Ovalado
Para mantener las proporciones naturales, el rostro ovalado es considerado el más equilibrado y versátil.
La frente es un poco más ancha que la barbilla. La longitud del rostro es aproximadamente 1.5 veces el ancho. Los pómulos son prominentes.
Dónde aplicar:
– Contorno: A lo largo de las sienes, debajo de los pómulos (siguiendo la línea natural del hueso), y ligeramente a los lados de la mandíbula.
– Iluminador: En el centro de la frente, puente de la nariz, parte superior de los pómulos, y el centro de la barbilla.
Rostro Redondo
El rostro redondo tiene una longitud y ancho similares, con mejillas llenas.
La cara es casi tan ancha como larga, la línea de la mandíbula es suave y redondeada. Suele tener un aspecto juvenil y suave. La falta de ángulos definidos.
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Dónde aplicar:
– Contorno: A lo largo de las sienes, debajo de los pómulos (en diagonal hacia la boca), y en la mandíbula inferior.
– Iluminador: En el centro de la frente, puente de la nariz, parte superior de los pómulos, y el centro de la barbilla.
Rostro Cuadrado
El rostro cuadrado tiene una frente y una mandíbula de ancho similar, con una estructura facial angular.
La frente, los pómulos y la mandíbula tienen aproximadamente el mismo ancho y es cuadrada y «fuerte». Este tipo de rostro tiene líneas definidas y transmite una impresión de fuerza.
Dónde aplicar:
– Contorno: A lo largo de las sienes, debajo de los pómulos (en diagonal hacia la boca), y en la mandíbula para suavizar los ángulos.
– Iluminador: En el centro de la frente, puente de la nariz, parte superior de los pómulos, y el centro de la barbilla.
Rostro Alargado
Acortar visualmente la longitud del rostro. El rostro es más largo que ancho, con una frente alta y una barbilla prominente.
La frente, los pómulos y la mandíbula son del mismo ancho. Es una variación del rostro cuadrado, pero más alargado.
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Dónde aplicar:
– Contorno: A lo largo de la línea del cabello en la frente, debajo de los pómulos, y en la barbilla.
– Iluminador: En el centro de la frente, puente de la nariz, parte superior de los pómulos, y el centro de la barbilla.
Rostro Corazón
Equilibrar la frente ancha y suavizar la barbilla. El rostro en forma de corazón tiene una frente ancha y una barbilla estrecha y puntiaguda.
Este tipo de rostro se asemeja a un corazón o a un triángulo invertido. A menudo, los pómulos son prominentes.
Dónde aplicar:
– Contorno: A lo largo de las sienes y la parte inferior de los pómulos, y ligeramente en la parte inferior de la barbilla.
– Iluminador: En el centro de la frente, puente de la nariz, parte superior de los pómulos, y el centro de la barbilla.
Rostro Diamante
Suavizar los pómulos prominentes y equilibrar el rostro. El rostro diamante tiene pómulos anchos y una frente y barbilla estrechas.
Tienen una estructura ósea prominente y angulosa. Es uno de los tipo de rostro menos común.
Dónde aplicar:
– Contorno: En los pómulos y las sienes.
– Iluminador: En el centro de la frente, puente de la nariz, parte superior de los pómulos, y el centro de la barbilla.
Consejos Generales
- Difuminar bien: Es crucial para que el maquillaje se vea natural.
- Elegir tonos adecuados: El contorno debe ser uno o dos tonos más oscuros que tu tono de piel, y el iluminador debe ser uno o dos tonos más claros.
- Utilizar herramientas adecuadas: Brochas y esponjas de maquillaje de buena calidad pueden hacer una gran diferencia en la aplicación.
Adaptar tu técnica de contorno a la forma de tu rostro te ayudará a resaltar tus mejores rasgos y a lograr un acabado más equilibrado y armonioso.