Un hombre de 109 años, quiso hacer un poco más por la fauna de nuestro planeta y ayudó abrigando a los pingüinos enfermos. Todo comenzó cuando una organización que protege a estos tiernos animales, comenzó a buscar a personas que se convirtieran en voluntarios de la fundación.
Los pingüinos que se buscaba apadrinar eran los que vivían en Nueva Zelanda y en el sur de Australia. Alfred Date, no tuvo ningún problema en ayudar a estos pequeños animales.
El arte de la lana y el palillo era familiar para el longévo hombre, ya que hace más de 70 años, le tejió varias prendas a su sobrino que estaba por nacer. Las medidas de los pequeños chalequitos eran similares y solo le tuvo que hacer unos pequeños cambios.
¿Cómo se salvaron los pingüinos enfermos?
Esta iniciativa comenzó cuando la «Phillip Island’s Peguins Foundation» (Fundación para los pingüinos de Phillip Island) quería proteger a las aves de los derrames de petróleo que se estaban produciendo en su habitat.
El objetivo era proveer a los animales de algún abrigo para proteger su plumaje del aceite, el cual es nocivo para la piel. En ese entonces, se lanzó la idea de tejer chalecos a los pequeños ejemplares. Los antecedentes indicaban que este mecanismo sí serviría.
En 2001, luego de un episodio de derrame, 438 pingüinos se vieron afectados por el desastre ecológico. Sin embargo, gracias a la idea de los chalecos, más del 96%, tuvo la capacidad de recuperarse.
Además de Alfred, muchas más personas quisieron ayudar y la fundación tuvo que hacer un llamado a que no se enviaran más tejidos.
La medida no fue aceptada por todos los sectores. Uno de los cuidadores de un zoológico de Australia, comentó que esto no ayudaba a los animales, si no, más bien, los estresaba mucho. «Ya hay suficiente presión sobre ellos cuando llegan al centro incluso sin tratar de ponerles un suéter«, comentó la persona al diario La Vanguardia.