El nuevo capítulo de Podemos Hablar estará marcado por la presencia de importantes invitados del espectáculo chileno. Uno de ellos siendo uno de los rostros más queridos por el público nacional, el animador Rafael Araneda.
A lo largo de su visita, el comunicador se refirió a una serie de cuestiones personales, entre las que se encontraban los motivos por los cuales decidió dar inicio a su exitoso podcast familiar, «Tenemos que Hablar«. Un proyecto que comparte de la mano de su esposa, Marcela Vacarezza, y sus 4 hijos: Florencia, Martina, Vicente y Benjamín (aunque este último aparece a ratos, al ser menor de edad).
«Esto (el podcast) parte de un fracaso. De un programa malísimo, de un piloto que había que entubárselo«, confesó el rostro televisivo.
Desde ahí, todos concordaron que sus conversaciones en familia eran mucho más entretenidas que esa transmisión, por lo que todos decidieron iniciar el tan escuchado podcast «Tenemos que Hablar«. Un espacio en el que se reúnen todos los Aravena-Vacarezza para referirse a distintos aspectos de su vida y el cual se ha convertido en un trabajo remunerado para todos.
¿Qué opina Rafael Araneda del regreso de su hija a Chile?
En esta línea, uno de los temas que no pudo evitar tocarse fue el abrupto regreso de su hija Florencia Araneda a tierras chilenas. Algo que, en palabras del animador, «no se esperaba para nada».
«Me dolió, no me lo esperaba«, confesó Rafael.
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Sin embargo, el comunicador fue enfático en recalcar que el retorno de su hija a Chile no era algo que venía sin condiciones. Pese a que la joven quisiera perseguir su carrera y estar presente para su abuela (mamá de Rafael Araneda, quien se encuentra delicada de salud), su nueva estadía solamente se dio bajo la promesa de cumplir con ciertas reglas.
«Tiene que trabajar«, afirmó Araneda. «No es solo llegar y decir ‘me devuelvo a Chile porque no me acostumbré en Estados Unidos’. Bueno y la luz y el agua, el arriendo…«, continuó.
«Yo esta semana la vine a ver… Es su primera semana sola… Para ver cómo se desenvuelve. Y lo está haciendo bien, pero también muero de ganas de que se vuelva», admitió el padre con una ligera tristeza.
