Este viernes se emitió un nuevo capítulo de El Purgatorio, estelar que tuvo como invitadas a Rayen Araya y Millaray Viera, quien entregó detalles de la cruda situación que vivió en México. Cabe señalar, que la locutora radial decidió que la conductora de televisión contara lo que ocurrió.
Por esos años, la cantante vivía en dicho país junto a Álvaro López, su ex marido y padre de su hija mayor, con quien fue a un concierto en aquella oportunidad. Sin embargo, según las propias palabras de Millaray Viera, «Cometimos el error de tomar un taxi de la calle».
«Empecé a sentir cosas raras en el trayecto, con actitudes del conductor, que claramente estaba coludido con las personas que se subieron después, pero no supe escuchar mi intuición a tiempo«, explicó.
Tras esto, comentó que el taxista comenzó a avanzar más lento hasta que dos desconocidos se subieron al auto, uno de ellos en la parte posterior (entre ambos).
«Ahí nos vendaron los ojo, nos pusieron pistolas en la cabeza, diciendo todo el tiempo ‘los vamos a matar’«, reveló la conductora de televisión.
La reflexión de Millaray Viera
Tras vivir este crudo episodio, la conductora de televisión aseguró que sintió la muerte muy cerca e incluso, que en algún momento estaba entregada a este desenlace pero que al mismo tiempo pensaba en su hija.
«No sé cómo, los dos mantuvimos la calma, ninguno se puso a gritar. Tenía mucho miedo de una manera que nunca había experimentado en mi vida, tenía muchas consciencia de que tenía que mantener la calma para que ellos no se exaltaran más», comentó en el programa.
Según las palabras de la conductora de televisión, al cabo de unos minutos «Los secuestradores dijeron así como ‘a estos hay que matarlos ahora’. Ahí nos agarramos muy fuerte de la mano (con Álvaro) y fue muy duro. Entremedio me manosearon y me pasaron muchas cosas que es mejor no recordar», agregó.
Cabe señalar, que finalmente los secuestradores los liberaron en un terreno solitario y tras llegar a su casa, ambos lloraron y lamentaron lo que había sucedido.
«Fue tan duro que no pudimos hablarlo hasta ocho años después. Incluso ahora me cuesta bastante hablarlo detalladamente», concluyó.