
Mila Correa, bailarina y creadora de un proyecto de rehabilitación para mujeres con cáncer de mama, compartió su impactante testimonio sobre las secuelas que ha enfrentado tras su tratamiento contra la enfermedad.
Luego de más de cuatro años de lucha y un año y medio de remisión, la artista reveló cómo su memoria y su cuerpo han sufrido cambios drásticos que afectan su vida diaria.
En una conversación con Las Últimas Noticias, Correa confesó: “Estaba almorzando y se me olvidó lo que tenía en el plato, se me olvidó por qué estaba almorzando, qué es lo que había comido”.
“Miraba mi plato, no entendía dónde estaba, me quedé pegada mirando perdida hacia el balcón (...) Hubo un momento que se detuvo, pero siento que esta semana ha sido demasiado. Es como el principio del Alzheimer”, relató.

A raíz de esta situación, en su cuenta de Instagram hizo un descargo al respecto: “Mis articulaciones son como de una persona de 65 años. Mi memoria falla muy seguido, al punto de olvidarme el nombre de las personas que más amo”.
Estos episodios de confusión no son casos aislados. Según César Sánchez, doctor especialista en oncología de Red Salud UC Christus, los tratamientos de quimioterapia pueden afectar la memoria debido a los cambios en las células cerebrales.
A esto se le conoce como “quimiocerebro” y puede manifestarse tanto durante como después del tratamiento.
Las secuelas de cáncer de mama que enfrenta Mila Correa
Pero la memoria no es el único problema. La bailarina también enfrenta intensos dolores articulares que a veces le impiden caminar, osteoporosis y alergias severas provocadas por la quimioterapia.
Además, sufre una resequedad extrema en la piel que, a pesar de los cuidados constantes, no mejora. “Despierto y tomo un litro de agua, y es como si estuviera seca”, dijo.
“La gente piensa que estoy con la caña, pero yo nunca he bebido alcohol. Necesito beber agua porque se me reseca todo el cuerpo, la zona íntima, los ojos, mi pelo parece una paja”, confesó.
En su modo más optimista, señaló: “Crisis de ansiedad he tenido últimamente todas las noches. Penas, bajones, pero esto es muy común producto del tratamiento. A pesar de que soy muy feliz, optimista, igual sufro de estas secuelas”.