Pangal Andrade y Melina Noto supieron manejar bien el ingreso del chico reality al encierro de Ganar o Servir. Con un amor que parecía crecer con cada día que pasaba, el último episodio transmitido del reality no hizo más que demostrar que su vínculo está más sólido que nunca.
En una actividad liderada por el conductor Sergio Lagos, los participantes del programa se vieron obligados a enfrentar importantes mensajes de personas que en algún momento de sus vidas tuvieron un rol significativo. «Voces del más allá, pero que en realidad para ustedes son voces cercanas que tienen que ver con algún momento de sus historias«, explicó el comunicador.
En esta línea, Pangal se vio enfrentado a la voz de su amor, Melina Noto. La joven de 27 años que esperaba al rostro televisivo afuera del encierro con los brazos abiertos.
«Hola amorcito, que lindo poder mandarte un mensaje después de tanto tiempo«, partió diciendo la próxima comunicadora.
«Quiero decirte que te extraño mucho, que te amo muchísimo y que estoy tremendamente orgullosa de vos. No solamente por las competencias, que eres el mejor. Sino además, por lo que has demostrado ser como compañero«, agregó. «No decaigas, que acá te estamos esperando todos y te vamos a estar apoyando porque te amamos«.
La emotiva respuesta de Pangal Andrade
Ante los cariñosos dichos de su enamorada, Pangal Andrade no pudo evitar emocionarse.
«No sabes lo difícil que ha sido para mí aguantar acá sin estar con ella. Ha sido demasiado difícil«, partió explicando el finalista de Ganar o Servir.
«Me veo casado con ella, me veo teniendo familia. Más que una pareja, también ella es una compañera«, aseguró. «Pensé que iba a ser súper fácil y que no me iba a hacer tanta falta. Pero cuando uno está lejos se da cuenta de lo que realmente tiene… iríamos juntos al fin del mundo«.
Para finalizar, el rostro televisivo ahondó un poco más sobre sus planes de irse a vivir juntos. Un paso en su relación que, según cuenta la pareja, solo se cumplirá si Andrade le construye un clóset personalizado a Melina Noto.
«“Yo creo que se va a ir lueguito a mi casa«, finalizó con emoción.