Más empresaria que solo influencer. La modelo chilena Daniella Chávez, quien actualmente se encuentra viviendo en Miami, conoce a la perfección el negocio de las redes sociales.
Con 18.7 millones de seguidores solo en Instagram, la ex conejita Playboy también factura con sus cuentas en OnlyFans y OnlyFans Vip.
Poco a poco hemos podido conocer más de su vida en su TikTok, donde ha mostrado otra faceta, mucho más cercana a las mujeres, menos sensual y más real. Y es que en una conversación directamente desde Miami, ella nos confiesa que la gente no la conoce, porque siempre intenta mantener su vida en el misterio.
El secreto para la vida millonaria de Daniella Chávez
Un día en Londres, otro en Dubai y al siguiente de compras en Miami. Sobre su vida de lujos, conversamos en exclusiva con la empresaria sobre cómo ha logrado mantener su imperio y cómo mantiene los pies en la tierra.
«Las redes sociales no nos muestra todo el sacrificio, el trabajo que hay detrás…», asegura Daniella Chavez refiriéndose a uno de sus principales trabajos, su cuenta de OnlyFans.
«Lo que me mantiene con los cables a tierra es mi inicio. Sé que esto no fue fácil, que me ha costado todo lo que tengo. Vengo de una familia súper humilde, si estoy hoy en día logrando mis sueños ha sido por mi trabajo, porque no escuché el qué dirán, las opiniones de la gente, porque no me importa tampoco… porque sino hace rato yo hubiera querido cambiar mi imagen o vender otra pomada».
De hecho, a pesar de los comentarios negativos que recibe sobre su imagen y su faceta sensual, Daniella Chávez nunca ha querido cambiar para encajar y no ser juzgada. «No me importa el qué dirán… La palabra que más ha destruido sueños es ‘¿y qué va a decir la gente?’ De mi dicen mil cosas y a mi no me importa, porque yo sé lo que hago, sé quien soy. Me importa mi familia, mis amigas, y lo demás, qué opinan lo que quieran, yo me río no más, que me inventen una vida o dos».
Sobre su vida llena de lujos, la influencer confiesa que se enfoca en el hoy, mientras está joven y puede aprovechar su vida. «Me doy estos lujos porque me lo merezco. Siempre vivo el hoy, porque mañana no sé qué va a pasar… hay que disfrutar la vida».