A diferencia de años anteriores, en esta época, Martín Cárcamo estaría con su agenda llena y alistando todos los detalles para su participación en el Festival de Viña.
Sin embargo, tras dar un paso al costado del certamen viñamarino, el animador aprovechó una de sus tardes libres para compartir junto a su hija, Alfonsina Cárcamo, así lo evidenció en su cuenta de Instagram.
El posteo no solo refleja la buena relación que mantiene Martín Cárcamo con su hija, sino también cuánto ha crecido la joven. Incluso algunos usuarios destacaron el gran parecido que existe entre ambos.
«Almuerzo padre e hija. Lo mejor», escribió en la publicación que incluyó una selfie de ambos en medio de un restaurante.
«Oh muy linda y súper parecida a su padre», «Qué grande y bella tu hija Martín. Felicidades», «Lo máximo tu Alfonsina», «Están iguales, preciosa la Martina», «Qué extraordinario, tu hija hermosa, igual a papá», «Hermosa tu hija, como el papá», son algunos de los mensajes que recibió el rostro de Canal 13.
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El especial regalo que recibió Martín Cárcamo previo a su debut como animador de Viña
En un recuento que compartió TVN el pasado 20 de febrero, Martín Cárcamo reveló que solo minutos antes de su primera participación como animador del Festival de Viña, recibió un inesperado regalo que era de Felipe Camiroaga.
«Estos zapatos… querido Martín, eran de tu gran amigo Felipe Camiroaga y fueron los zapatos que ocupó en el Festival de Viña», le señalaron al momento de entregarle el regalo.
«Me traía los zapatos de Felipe. Para mí fue muy impactante porque además le agradaba un valor emocional, obviamente por mi amistad con él, por otro lado era la primera vez que me subía a la Quinta Vergara como animador. El primer animador viñamarino en animar el Festival de Viña», explicó el exanimador del Festival de Viña.
Sin embargo, al momento de probarse los zapatos, se percató de un particular detalle.
«Me sacó mis zapatos, me pongo los zapatos de Felipe y me quedaron chicos, y no me los pude poner, iba a estar siete horas arriba del escenario y no me podía poner los zapatos. Le di un beso, los guardé en la caja y fui con los míos, pero el gesto fue muy lindo», concluyó.