Quedan solo horas para el estreno de La memoria infinita, el documental de la cineasta Maite Alberdi que muestra la vida de Paulina Urrutia y Augusto Góngora, quien padeció la enfermedad de Alzheimer.
En este sentido es que la directora de cine entregó detalles de este emocionante proyecto. «No es una película sobre una enfermedad, es una cinta sobre una historia de amor que se construye a lo largo del tiempo, que se liga con la historia de Chile y la memoria emotiva de muchas personas en nuestro país», partió diciendo.
“Representa la realidad tal cual es, con días buenos y días malos, pero el balance es positivo», agregó Maite Alberdi.
¿Cómo fue grabar a Augusto Góngora para La memoria infinita?
En la rueda de prensa, la cineasta fue consultada si es que presentó alguna dificultad para grabar al periodista debido a la enfermedad que padecía. Tras esto confesó que «me hacen mucho esa pregunta y me parece importante aclararla».
«Lo que se ve es lo que hay, o sea, no hay ninguna situación más terrible, delicada y complicada que dijera ‘el público no va a aguantar ver esto’, creo que ahí la realidad de ellos está planteada tal cual es», comentó Maite Alberdi.
Luego explicó que Augusto Góngora: «Tuvo días o noches muy difíciles, pero al día siguiente podía amanecer bailando o más cansado y luego se conectaba», añadió sobre las grabaciones con Paulina Urrutia.
“Como pasan con muchas enfermedades o situaciones delicadas, nada es negro o blanco, si uno tiene que medir y hacer un balance, es una buena vida y es un lindo cotidiano, a mí me encantaba estar ahí», expresó la directora de La memoria infinita.
La visión de la actriz
Paulina Urrutia permaneció al lado de Augusto Góngora toda una vida, siempre lo cuidó en todo momento.
Por lo mismo es que la actriz reveló que «fue Augusto quien decidió hacer la película. Desde el primer momento dijo ‘perfecto, me parece muy bien’. Fueron los hijos, los amigos y yo en particular quien me negué hasta el final».
«Él nunca tuvo conflictos con la cámara, porque hizo pública su enfermedad, pero eso no quiere decir que tenía un afán exhibicionista, sino que era la coherencia de su vida, respecto a que siempre fue un hombre público», agregó la ex ministra de las Culturas.
Augusto Góngora siempre consideró que «este último capítulo también era digno de ser representado, su última causa».