Uno de los momentos más importantes en la vida de Felipe Camiroaga fue haber animado el Festival de Viña en dos oportunidades.
El hombre ancla de TVN tomó el desafío de pararse en el escenario de la Quinta Vergara junto a Soledad Onetto el 2009 y 2010. Un deseo que comentó en una entrevista cuatro años antes de que sucediera.
«El Festival de Viña es un escenario tremendamente importante, por lo tanto que alguien de los que trabajamos como animadores en la televisión diga que no le interesa animar el Festival, lo encuentro soberbio«, comentó en una conversación con Martín Cárcamo que se transmitió en Los 5 Mandamientos.
Sin embargo, confesó que más de alguna vez sintió miedo, sobre todo cuando Antonio Vodanovic anunció que dejaría la Quinta Vergara el 2004. En ese momento, creyó que sería contactado para tomar las riendas del Festival.
Finalmente, el Halcón de Chicureo cumpliría su sueño cinco años después, justo en la edición número 50 del Festival de Viña del Mar. Un anhelo que se repitió el 2010, edición interrumpida por un devastador terremoto.
En el libro Felipe Camiroaga: la verdadera historia, de Cecilia Gutiérrez, se relata cómo fueron los dos años en que el animador enfrentó al Monstruo.
El debut y los nervios
El 23 de febrero del 2009 fue una fecha importante para Felipe Camiroaga, y no solo porque era su primera vez animando el Festival de Viña. También se cumplían tres años de la muerte de su madre.
El animador logró que la producción le realizara un homenaje a Antonio Vodanovic, pero eso no logró borrarle los nervios de la primera noche. La prensa resaltó esas dudas durante el resto del festival.
Camiroaga buscó refugiarse en Francini Amaral, su pareja en ese entonces, quien estaba en Estados Unidos, por lo que conversaban a través de Skype. Fernanda Hansen y Katherine Salosny entraban a su camarín para darle apoyo.
«No entendí bien mi rol como animador del festival. Lo sobrevaloré y respeté. Es como cuando sales con una niña por primera vez y estás fruncido«, confesó el conductor del Buenos Días a Todos. Según el libro de Cecilia Gutiérrez, Felipe se sintió un perdedor.
La agitada revancha de Camiroaga
A pesar de un primer año complicado, TVN confirmó a Felipe Camiroaga para la edición del Bicentenario del Festival de Viña.
Para este nuevo desafío, el Halcón le solicitó al canal estatal evitar muchas actividades, con el fin de «concentrarse, como los futbolistas». Vio videos de su experiencia en el 2009 y se asesoró con Claudia Berger y Mauricio Correa, director del Buenos Días a Todos. Esta era su revancha.
Estaba mucho más motivado, y en las reuniones pedía influir en el libreto, para mostrar al Camiroaga del matinal. Luego de una rutina que incluía siestas y música ranchera, llegaba a las ocho de la tarde a la Quinta Vergara.
El Halcón de Chicureo mostró sus alas y se despeinó. Se le vio más seguro, protagonizó un koala en pleno escenario y los críticos lo alabaron. Todo iba bien hasta el término de la quinta jornada festivalera.
El terremoto del 27 de febrero lo encontró junto a Mauricio Correa en el Hotel del Mar. Entre el shock y las dudas, decidió partir a buscar a su pareja, Fernanda Hansen, quien se hospedaba en el Sheraton Miramar.
El sismo lo afectó, y dedicó el resto de su vida a ayudar a los damnificados, donde se reencontró con su querida isla de Juan Fernández.
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