Ha pasado una semana desde que Roberto Nicolini sufrió un ACV, que aún lo mantiene internado en un centro médico.
Según el relato del recordado animador, después de terminar una función de teatro realizó una llamada telefónica y se percató de que no podía pronunciar la letra F.
«Estaba hablando por teléfono cuando me di cuenta que no podía decir la letra F. Y cuando uno dice ‘oh, no me salió una letra’ es síntoma de algo», señaló en diálogo con LUN.
Tras ser trasladado a un centro médico, el conductor de Pipiripao quedó internado en urgencia. «Después de urgencia estuve muy poco rato en la UCI y pase a la UTI, donde llevo alrededor de una semana, pero voy a salir muy luego. Están pensando en el alta porque solo queda rehabilitar gracias a que llegue de forma temprana», detalló.
A pesar de su progreso médico, aún permanece internado y espera que pronto le den el alta para retomar su trabajo de manera progresiva. Debe hacerlo para cubrir los gastos de su estadía en el recinto médico y cumplir con otras responsabilidades en su teatro.
«Quieren nivelar mi glicemia disparada, que es obvio por los corticoides. Acá por controlar eso, pierdo horas de rehabilitación y yo debo trabajar. Me angustia porque como todo actor sin pitutos, vivo al día«, agregó Roberto Nicolini.
Las consecuencias físicas
El ACV que experimentó Roberto Nicolini tuvo repercusiones significativas en su salud física.
«La emergencia ya está superada, ahora sólo queda debilidad en piernas y brazos, y leves dificultades en los labios y en mi ojo derecho. La cara la tengo horrorosa, ando dando susto en la calle. soy como una promoción de Halloween, como si Halloween hubiera durado todo el año», detalló el animador del Pipipirao.
A una semana de este episodio, el también está actor sólo piensa en retomar su trabajo para poder costear las deudas que han surgido a raíz de su estadía en el centro médico. Incluso, tomó la decisión de poner a la venta su auto para tener un dinero extra.
«Lo único que quiero es volver a trabajar porque yo vivo de esto y las deudas aumentan por cada día de reposo. Lo que para otros es reposo, para mí es deuda. Lo que me pasó, además de mi diabetes, también tiene que ve con que vivo con mucho estrés por mantener el Teatro Las Tablas, que da mucho trabajo pero sin apoyos ni ayuda ni fondos estatales directos o concursables, es difícil de sostener aunque tengas funciones con entradas agotadas. Estoy trabajando a diario en mi rehabilitación porque tengo muchas nuevas deudas por mi salud y hay que trabajar para pagar. De hecho, mi auto ya está en venta«, cerró.