Hace ya casi un mes atrás, Lisandra Silva emprendió su viaje de vacaciones a Tulúm, México. La exchica reality, arribó junto a sus dos hijos, Noah y Leiah, quienes nacieron fruto de la relación con el reconocido bailarín, Raúl Peralta.
Desde allí, la modelo cubana parecía estar disfrutando del escape perfecto en las paradisiacas playas mexicanas. Al menos así lo ha demostrado a través de un serie de increíbles registros, como el lujoso complejo de departamentos en el que estuvo quedándose, ubicado en el sector de Quintana Roo.
Sin embargo, durante las últimas horas un evento no tan agradable afectó a la influencer y a su familia. Durante su estadía en el VIP de un hotel en Cancún -lugar en donde se encuentra actualmente-, Lisandra vivió una repugnante situación que ella misma compartió a través de sus redes sociales.
La desagradable experiencia de Lisandra Silva en Cancún
Mediante sus historias de Instagram, la cubana compartió varios registros en los que se escucha que hace un reclamo a uno de los funcionarios del hotel donde está alojándose. Esto, luego de que su hijo Noah mordiera una manzana podrida que tomó del buffet con servicio VIP del lugar.
«No pueden poner eso ahí putrefacto», le dijo Lisandra al hombre. «Tienen manzanas podridas expuestas en la Lounge de un VIP en Cancún, esta manzana la comió mi hijo», complementó escribiendo en el post, dejando ver la fruta en mal estado.
Además, Silva expresó que no quedó conforme con la respuesta que le dio el gerente. «Me dijo que no tiene cómo saberlo (o sea, se lo estoy diciendo yo)», manifestó la exchica reality.
Sobre este punto, la modelo denunció que, a pesar de hablarlo con el personal del hotel mexicano, no se hizo nada al respecto. «Dejó todas las manzanas expuestas, no las sacó y me pidió sacarme del lugar con la peor manera. Yo como gerente me disculparía y sacaría todas las manzanas expuestas a las personas que pagaron un servicio VIP», dijo.
Finalmente, en un nuevo post, Lisandra Silva manifestó en sus historias de Instagram que «me avergonzaría del servicio que ofrecen y el trato que me dieron luego de ver que mi hijo ingirió una manzana podrida (…) Las dejaron todas expuestas, hay más de 30 niños en el lounge».
Revisa las historias de Lisandra Silva aquí:
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