Max Alonso no solo es una figura conocida en redes sociales por sus entretenidos videos y sensuales registros de sus viajes. También ha construido su propio imperio dulcero a lo largo de nuestro país: la reconocida pastelería Maxidea, la cual tiene seis sedes a lo largo de todo Chile.
Respecto a cómo llegó a este punto de su carrera, el repostero admite nunca haber estudiado formalmente. De hecho, antes de dedicarse a la pastelería, el influencer partió estudiando Comunicación Audiovisual en la Uniacc, un camino que terminó por abandonar a tan solo algunos meses de haber empezado. Luego, fue tripulante de cabina. Una profesión que, si bien fue de su gusto, terminó por desvincularlo a los tres años de servicio.
Tras este episodio, comenzó a estudiar para ser chef, pero también abandonó la carrera tras ser aceptado como participante en el popular programa de cocina, Master Chef Chile.
En conversaciones con LUN, Max admite haber pensado que «la televisión le iba a servir más que un título», por lo que no dudó de su decisión respecto a su camino profesional.
«Sabía que me iba a servir mucho más la tele que un título. Algo que descubrí con los años es que yo no sirvo para trabajar para nadie ni recibir órdenes ni estructuras. Entonces pensé, ‘¿de qué me sirve el título?’. No quería postularme a ningún trabajo tampoco«, reconoció el empresario.
Cómo partió Maxidea: la exitosa pastelería de Max Alonso con seis sucursales en nuestro país
La pastelería que ha llevado a Max Alonso a ser uno de los reposteros más reconocidos de nuestro país es Maxidea: su emocionante emprendimiento que nació gracias a sus movimientos en redes sociales.
Y es que, luego de su paso por Master Chef, el pastelero no fue tan bien recibido por el público y las marcas debido a su excéntrica personalidad. Sin embargo, con una cuenta en Instagram que alcanzaba los 40 mil seguidores, el influencer comenzó a publicar una serie de videos en donde mostraba uno de sus proyectos personales más exitosos: sus tortas de fondant.
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Con eso, Max alcanzó un montón de fanáticos entre los más jóvenes, por lo que comenzó a vender sus creaciones a través de las redes sociales. Un emprendimiento que creció tan rápido que se vio obligado a abrir su propia pastelería (incluso sin un título universitario), Maxidea, la cual actualmente cuenta con seis sucursales a lo largo de nuestro país.
«Nunca me ha gustado estudiar, soy mucho más práctico«, indicó Alonso para LUN. «Nunca desarrollé el hábito, quizás porque soy el menor de cinco hermanos y me dejaban hacer lo que quisiera. Aunque creo que tengo las capacidades, simplemente no me gusta«, agregó.
Sin embargo, no es ajeno al hecho de que hay algunas cosas que le cuestan respecto al mantenimiento de la empresa, como las facturas y los recursos humanos.
Sus procesos de contratación
Para que alguien entre a su equipo de trabajo, Max Alonso ha demostrado ser bastante estricto en cuanto a sus requisitos.
«Tienen un día de prueba«, afirmó. «Les dices que tienen que hacer un merengue suizo. Si te responden, ‘¿cómo se hace?’, chao, altiro. Porque son cosas básicas».
En sus palabras, esto se debe a que el pastelero también estuvo haciendo su práctica en lugares exigentes en su régimen, los cuales les crearon un buen hábito sobre cómo se deben hacer las cosas.
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Además, el influencer es enfático en recalcar que el título no es suficiente para trabajar en su pastelería.
«La gastronomía es más práctica. Mucha gente la estudia porque es una carrera a la que es fácil de entrar, pero en realidad no tienen los talentos… En cambio, hay gente sin título súper buena, que tienen sus emprendimientos, que se han sacado la cresta. Yo los prefiero, de todas maneras«, afirmó.