Durante el episodio del programa, lo que más sorprendió fue el momento en que Giuliana Sotela hace un honesto comentario hacia Kenita Larraín, quien es parte de su equipo.
En la parte de la entrevista personal Giuliana dijo “Trabajar con Kenita ha sido un apoyo gigante para mí. Ella me ayuda, me entiende, me explica. Definitivamente Kenita es mi amiga aquí en El Discípulo del Chef”.
Luego de esto, en el momento de los duelos, en los que ambas trabajan juntas, Giuliana dijo frente a Kenita: “No sé qué haría sin ella, la verdad”.
El destino vuelve a juntar a Kenita Larraín y Guliana Sotela
Kenita aprovecho la instancia para hablar de la actual relación que mantiene con Sotela, señalando que ya no es la misma que hace 17 años.
“Es un reencuentro muy bonito (…) Verla de nuevo me permite estar bien, sanar si es que hay algo que sanar. Siento que fue una oportunidad para que hoy tengamos una relación muy diferente. Estoy muy contenta por eso”, expresó.
De esta misma forma Giuliana dejó en claro que nunca se había llevado mal con ella y que lo que pasó hace años solo fue una discusión, agregando que hoy, para ella Kenita es una persona con un vibra muy linda “Estoy muy feliz” señaló.
Finalmente, Larraín expresó “Ahora estamos súper, y por un chino… aclaremos, por Yuhui”, bromeó Kenita, recordando la figura de Marcelo ‘Chino’ Ríos, exesposo de ambas.
El reencuentro de las ex del «Chino»
El pasado 23 de julio se estrenó el programa que tiene a las ex de Marcelo Ríos compitiendo juntas. Fue el chef Sergi Arola, el encargado de juntar a Giuliana con Kenita, luego de elegirlas a ambas para su equipo.
Kenita en la entrevista personal comentó “De los compañeros que me tocaron en el equipo conocía de antes a Renata, a Giuliana… bueno, como todos saben”.
Así fue como Kenita Larraín contó que en realidad no conocía tanto a su nueva compañera, ya que los encuentros ocurrieron hace más de 17 años.
Para terminar, Kenita finalizó con una positiva reflexión. “Creo que hoy la vida me da la oportunidad para reencontrarme con ella”, concluyó.