No cabe duda que el animador de Chilevisión, Julio César Rodríguez, se ha convertido en uno de los rostros que más confrontaciones ha realizado en la televisión chilena.
Y es por esto que cuando hay un tema que afecta a las personas, siempre busca la forma de conseguir respuestas, ya sea de los políticos o de los poderes del Estado.
De hecho, cuando estaba comenzando el matinal «Contigo en la Mañana», junto a su compañera Monserrat Álvarez, vieron como uno de sus periodistas, daban a conocer la noticia de un violento robo ocurrido en la comuna de Calera de Tango, donde incluso amarraron a los niños que vivían en la casa.
Fue a raíz de toda esta situación, que JC Rodríguez recordó cuando fue víctima de robo.
JC Rodríguez recordó cuando fue víctima de robo en su casa
Julio César Rodríguez, le contó a la periodista Monserrat Álvarez, cómo fue la mala experiencia que tuvo en el año 2016, cuando entraron a robar a su casa y estaban sus hijos.
«A mis niños los amarraron y para mí fue la peor experiencia de mi vida. Fueron los peores tres minutos de mi vida. Es más, yo llegué a la casa y sentí lo gritos, nada más, pidiendo ayuda. Ya se habían ido. Igualmente agradezco eternamente a los ladrones que se portaron bien, dentro de todo. No los maltrataron ni dañaron, solo los dejaron en un clóset», expresó el animador.
Siguiendo con lo anterior, Julio César agregó «estaban con la nana. Yo salí a buscar a mi mamá que venía de Concepción, y cuando llegamos vi que estaba el ventanal abierto, no sé cómo llegué al segundo piso y me pasó una cuestión que no sé si lo he contado, pero estaba amarrada la puerta con una camiseta mía, amarraron la chapa con una baranda que va hacia la escalera para que no pudieran abrir la escalera. Y uno con la adrenalina y todo, la rompí. Y ahí estaban ellos amarraditos. Por eso, son los peores dos minutos de tu vida».
Finalmente, el animador comentó que «ese robo me sirvió porque me deshice de todo lo material. Nunca más me volví a comprar un reloj o una joya, en mi casa no hay plata, no hay nada, porque los segundos que vives de tensión y de lo que le puede ocurrir a tu familia, no tiene precio. No hay sensación igual».