Estos meses han sido bastantes complicados para Paulina de Allende-Salazar y es que recordemos que a inicios de abril tuvo un abrupto despido por parte de Mega y ahora el mismo canal sacó a colación una acusación por presunto maltrato laboral contra la periodista.
Y es que recordemos que Mega despidió a la comunicadora luego de que llamara «paco» a un carabinero fallecido. Tras esto, la profesional interpuso una demanda acusando que fue injusto que la despidieran y pidió una indemnización de 421 millones y además, que le ofrecieran disculpas públicas en pantalla.
Sin embargo, para su mala suerte, el canal no respondió como ella quería y siguió defendiendo su decisión y eso no es todo, ya que ahora sacó a colación una acusación contra Paulina de Allende-Salazar por maltrato laboral hacia otros periodistas.
La acusación contra Paulina de Allende-Salazar
El documento detalla lo siguiente según publicó Glamorama: «El informe de la investigación por acoso laboral concluyó que la forma de comunicar instrucciones y supervisión por parte de la periodista genera menoscabo, humillación e inseguridad profesional, y más aún cuando no cumplen sus expectativas».
«La denunciada, según las distintas declaraciones de testigos entrevistados, transmite una actitud de superioridad, de estar sobre cualquiera en su ámbito profesional y lo va verbalizando cada vez que interactúa con otros», se lee en el informe.
Además, se recalca en que Paulina de Allende-Salazar, «tenía antecedentes que acreditaban que había incurrido en conductas inaceptables para el empleador».
De hecho «se le advirtió a la demandante que no se tolerarían este tipo de conductas» y que estas «podían ser sancionadas con la extinción del contrato de trabajo».
¿Qué dijo el abogado?
Tras esta acusación de Mega, el representante de Paulina de Allende-Salazar, Joaquín Cabrera, respondió que «esa acusación no es veraz ni está ratificada por ninguna autoridad laboral competente. Además, está lejos de los fundamentos planteado por Mega en la carta de despido».
“No quiero pensar que es un nuevo intento por denostar y amedrentar a una profesional de excelencia que solo está ejerciendo su derecho; el mismo que todo trabajador debiera poder reclamar sin represalias y amenazas encubiertas», agregó.