El 6 de febrero representó una gran tragedia para Chile. Sin saberlo, la fecha sería el último día del querido expresidente del país, Sebastián Piñera, quien sobrevolaba el Lago Ranco junto a su hermana, Magdalena Piñera, su amigo Ignacio Guerrero, y el hijo de este, Bautista Guerrero, cuando se estrelló su aeronave entre las aguas.
El accidente terminó con la vida del exmandatario, provocando la pena de miles de chilenos y un duelo nacional que se prolongó por tres días.
Si bien las víctimas que se encontraban con Sebastián ese día no han revelado mayor detalle sobre cómo ocurrió la tragedia, Magdalena Piñera ha decidido alzar la voz en conversaciones con «Sábado». La reconocida revista de «El Mercurio», en donde recordó con detalle uno de los días más lamentables para su familia.
«Tuve la suerte, y eso me conforta mucho, de estar en la casa de Sebastián y Cecilia cuando fue el accidente. Yo podría haber estado en Arica, en Santiago, pero ese 6 de febrero estaba ahí», partió diciendo «Pichita».
El fatal accidente que terminó con la vida de Sebastián Piñera
Pese a que Sebastián Piñera era conocido por manejar helicópteros con una particular experiencia y fanatismo, esos días las condiciones climáticas no eran óptimas para volar. Sin embargo, Magdalena Piñera recordó a su hermano haber estado preparado para cualquier percance, señalando que les dijo que «en caso de cualquier cosa, había que abrir la puerta antes de que el helicóptero cayera al agua«.
Sin embargo, a los pocos minutos del despegue, la aeronave ya estaba siendo arrastrada entre las aguas del Lago Ranco.
«En un segundo el agua estaba hasta las rodillas, al otro llegaba hasta la cintura, y después me tapó y se oscureció todo«, afirmó «Pichita». «No me acuerdo en qué momento me saqué el cinturón de seguridad, solo que traté de abrir la puerta, pero no pude«.
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«Yo siempre insisto, soy majadera, pero gracias a Dios ahí paré», agregó Magdalena. «Estiré la mano hacia mi compañero de asiento, que era Bautista (Guerrero, hijo de Ignacio Guerrero, amigo del expresidente), empujé el agua y vi que no estaba. Entonces dije: ‘la puerta está ahí’«.
Al lograr salir del helicóptero de las últimas, la hermana del exmandatario nadó hasta la orilla, en donde se daría cuenta de las consecuencias que la tragedia había dejado.
«Lo hice escupiendo (nadar). Tenía asco (de haber tragado agua y aceite)«, recordó Piñera. «Miré para un lado y vi a Bautista, miré para el otro y vi a Ignacio, pero no vi a Sebastián (…). Ese fue el minuto en que me di cuenta que se había muerto«, lamentó.
«Hay muchas cosas que extraño»
A casi seis meses de la tragedia que acabó con la vida del expresidente, Magdalena Piñera afirma que hay un montón de cosas que extraña de su hermano.
«Hay muchas cosas que extraño, por ejemplo, que al menos una vez a la semana me llame y me diga: ‘Pichita, ¿qué está haciendo, véngase a almorzar acá’ o ‘vamos a ir a ver esta película, ¿quiere venir con nosotros?’«, señaló Magdalena.
Así mismo, aseguró que con él «tenía mucha complicidad, sólo nos dábamos una mirada, a veces burlesca, a veces irónica, y ya sabíamos lo que estábamos pensando«.