Un mes después de que Raffaella di Girolamo ,hija de su exesposa Claudia di Girolamo, presentara una querella en su contra, Cristián Campos rompió el silencio y se pronunció sobre las graves acusaciones en su contra.
Al ser consultado cómo ha vivido estas últimas semanas, comparó la situación con una bomba de racimo y agregó que su vida cambió por completo, una situación que podría ser irreversible por la gravedad de las acusaciones.
La querella en su contra no solo lo ha afectado a él sino que a su esposa, María José Prieto y a su hija de solo 14 años.
«A nivel familiar ha sido devastador, porque salpica a mi mujer, a mi hija, a la familia de mi mujer que vivió algo similar, pero con una acusación real hace unos años. A mi familia, a mis hermanos. Es algo de unos alcances inusitados», expresó.
«Me despojaron de mi vida, de mi trabajo. Es como un exilio. Yo me imaginaba que esto era como ir en un tren con amigos, trabajando, y de pronto paras en una estación, te bajas, el tren sigue y tú quedas solo en la estación, detenido, y el tren sigue a 200 kilómetros por hora. Hay una sensación de abandono, sin que tú sepas exactamente por qué te bajaron del tren», reflexionó Cristián Campos en entrevista con La Tercera.
«Yo era prácticamente su papá»
Durante la entrevista, Cristián Campos reveló que en cierto punto, Raffaella di Girolamo cambió radicalmente su actitud hacia él. Aunque mantuvieron una relación cordial desde que la conoció cuando ella tenía entre tres y cuatro años, y hasta su separación de Claudia, hubo un cambio notable. En aquel entonces, Raffaella contaba con 18 o 19 años.
«Ella me decía “papá”, vivíamos familiarmente con mis hijos y ella y la Claudia, y a pesar de una adolescencia difícil, como son todas las adolescencias, con peleas con su mamá y tal, nosotros siempre tuvimos una muy buena relación, donde yo era prácticamente su papá«, argumentó.
Este cambio en su actitud también se habría visto reflejado en como Raffaella se relacionaba con la entonces pareja del actor, Sandra O’Ryan.
«Era bien incómodo, porque ella era muy invasiva y era difícil para mí pololear, puesto que estaba todo los fines de semana con mis hijos y de pronto llegaba Raffaella y era invasiva con ella«, añadió.