Operación Triunfo, el programa que ha sido un éxito en España y que vio nacer a artistas como David Bisbal, también tuvo su versión chilena en el año 2003. Aunque no alcanzó el mismo éxito debido a la competencia directa con otros programas populares como Protagonistas de la música, algunos participantes dejaron su marca en el mundo de este formato televisivo.
Entre ellos se encuentra Mónica Rodríguez, también conocida como Monik, quien se coronó como la gran ganadora del programa y hasta el día de hoy sigue siendo recordada por el público chileno. Esto podría considerarse como la mayor recompensa que le otorgó el espacio.
En una entrevista con FMDOS, Monik reveló que, a diferencia de los premios que ofrecen los reality shows en la actualidad, no recibió un premio económico, sino herramientas para potenciar su carrera musical. Sin embargo, tuvo que enfrentarse al estigma de ser etiquetada como un «personaje de TV».
«El premio que gané fue mi primer disco editado por Universal Music y un video clip, pero el obstáculo con el que me enfrenté después (y hasta el día de hoy) fue el encasillamiento como “personaje de TV”, lo que no me ayudaba en el medio musical en términos de lugares para hacer shows, incluso posibilidades de estar en la radio», comentó.
¿Qué fue de Monik de Operación Triunfo?
Un año después de ganar Operación Triunfo, Monik representó a nuestro país en el Worldbest Cannes, un concurso a nivel internacional que reunió a todos los ganadores de la franquicia. En esta competencia, la cantante obtuvo el tercer lugar, lo que también le permitió alcanzar mayor reconocimiento en Chile.
En 2007, fue parte del extinto programa Yingo, donde se desempeñó como parte del jurado, compartiendo con Peluche Dueñas y otros exrostros de la TV.
«El proyecto inicial de Yingo era educativo, aunque no lo creas, el premio era una beca o algo así, no me acuerdo bien. A mi me llamo Alex Hernández que fue director de las Galas de Operación Triunfo el 2003 , íbamos inicialmente con Salfate y la Natalia Valdebenito… después mutó y se convirtió en otra cosa», revivió.
Luego de vivir varios años fuera de Chile, la artista regresó al país tras el fin de su matrimonio. Este año también estuvo marcado por el diagnóstico de una compleja enfermedad.
«Fui al doctor y me dijo que lo que tengo se llama alopecia universal. Me contó de los tratamiento, como inyectarse corticoides, pero no lo iba a hacer», señaló años atrás en una entrevista.
Hoy en día, se encuentra en tratamiento médico. Sin embargo, asegura que el panorama no mejorará hasta que pueda superar algunas secuelas del fin de su matrimonio.
«La alopecia continua y nunca se va a pasar hasta que pare el foco de mi angustia y estrés; la violencia vicaria, que finalmente es la continuación de la violencia intrafamiliar que se supone se acaba cuando te separas, pero en realidad no es así. Hoy se me duermen las piernas cada vez que veo una notificación del Poder Judicial», manifestó.
El nuevo desafío de Monik
Monik se graduó en Ingeniería Comercial y actualmente está cursando el primer año de Derecho en la universidad. El impulso para volver a la educación superior y cambiar el rumbo de su vida surgió a raíz de su historia personal.
«Surgió del cansancio honestamente, de estar los últimos tres años en un escenario de víctima que no me acomoda en lo absoluto», explicó.
«Somos muchas mujeres que vivimos pisando huevos, asustadas de la instrumentalización de las instituciones que se ejerce en contra nuestra. Nosotras terminamos sintiéndonos culpables de haber escogido la familia por sobre nuestra individualidad e independencia financiera , y que después de decir “no más” quedamos vulnerables a la voluntad de un tercero y despojadas de todo lo construido por años, obligadas a partir de cero con un a mano por delante y otra por detrás», concluyó la cantante.