Este sábado se emitió un nuevo capítulo de La Divina Comida desde Miami, la que tuvo como invitados a Iván Zamorano y María Alberó, Felipe Viel y Paula Caballero, y Gonzalo Vivanco y Geraldine Zivic.
Los primeros en cocinar fue la pareja de Felipe Viel y Paula Caballero, quienes sorprendieron no solo con su casa, sino que también con las historias de cómo se conocieron y cómo han ido conformando a su familia.
El formato de La Divida Comida se destacada por las íntimas conversaciones que se pueden generar en torno a una mesa y en este último episodio no fue la excepción.
El chileno Felipe Viel se dio el tiempo para contar cómo se fue haciendo carrera en Estados Unidos, en una ciudad que no tenía más red de apoyo.
Fue en esta misma conversación durante la cena, cuando la pareja confesó cómo fue el proceso de adopción de sus tres menores.
Felipe Viel en La Divina Comida
Felipe Viel y Paula Caballero partieron comentaron que se atrevieron a ser padres guardadores desde Estados Unidos.
El conductor de televisión reconoció que para este proceso, le exigían un curso, el que requería tiempo y dedicación.
Fue en ese contexto que una de las instructoras le contó la historia de un caso con tres hermanos, que estaban a punto de ser separados con familia distintas, porque no encontraban una casa donde los recibieran a los tres.
Fue debido a esta historia, Felipe Viel convenció a su esposa para que ellos fueran parte de la familia.
Así, pasaron cinco años como padres guardadores y pudieron adoptar a los tres menores.
“Llegamos dos y terminamos siendo siete. Pensamos que iba a ser algo temporal, como un mes”, contó el presentador.
Recordemos que la pareja tuvo dos hijas biológicas en Estados Unidos, Celeste y Almendra.
El proceso de ser padres de acogida
Paula Caballero, pareja del presentador de TV, confesó que habían buscado en Haiti, pero estaba muy lejos.
“Era complicado ir. Y le dije a Felipe: ‘¿Por qué no encontramos un lugar para sacar a las niñitas de tanto computador, teléfono y la tecnología, para que ayuden, que vayan a repartir desayunos o les lean un cuento a los niños?’. Y así llegamos a este centro”, comentó
Fue ahí cuando se enfrentaron a este curso que necesitaban para ser padres guardadores.
”Fuimos a la primera clase y el segundo fin de semana, Paula me dice: ‘Anda tú, porque no podemos dejar solas a las niñas de nuevo’. En esa segunda clase, estaban hablando de lo difícil que era cuando ellos recibían grupos de niños, hermanos, porque nadie se llevaba grupos de niños”, confesó Felipe Viel.
Al enterarse de la historia detrás de estos tres menores, el chileno no dudó en hacer todo lo posible en ayudar.
“En esa segunda clase yo me acerco y le dije: ‘Si tú necesitas una casa yo los puedo recibir’. Me dijo: ‘Sí, pero no tienes la licencia’», agregó Felipe Vial.
«Yo le dije: «Bueno, es por si tienes alguna emergencia’. Y ella me llamó el lunes y me citó con la Paula. Me dijo: «Si les interesa, les podemos llevar el fin de semana a los niños’. Los tuvimos el fin de semana y lo pasamos bien con ellos”, recordó el chilenos.
Fue en ese proceso, donde experimentaron el demandante proceso de adopción.
“Para hacer la historia corta, estuvieron al final cinco años como niños guardadores. De los cinco años, acordamos junto con la Corte y con la mamá y el papá, que los adoptábamos nosotros y que la mamá y el papá los visitaran cuando pudieran”, cerró.
Felipe Vial aprovechó de contar cómo fue el proceso de adaptación y cómo sus hijos menores han ido experimentando este nuevo tipo de familia.
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