Si bien no lo vemos tanto en TV como antes, Fabricio Vasconcellos, el ex ‘Porto Seguro’, volverá a la pantalla chica, como uno de los participantes de «El discípulo del Chef«. Este programa de CHV tendrá una segunda temporada donde la novedad es que el equipo de participantes serán conocidos rostros del espectáculos nacional.
El espacio se estrenará este 22 de julio, a las 22:30 horas. Por lo tanto, Fabricio se encuentra en plenas grabaciones.
El bailarín brasileño que en los últimos años se dedicaba a al producción de eventos y tenía un gimnasio en Colina, la ha pasado mal por la pandemia. Los eventos por ahora no son viables y el gym que tenía con su esposa, Mariela Román, lo tuvo que cerrar.
La reinvención de Fabricio y su esposa
En una reciente entrevista con LUN, el brasileño contó que la pandemia lo llevó a reinventarse en sus negocios. Por eso, creó una plataforma digital que se llama ’29 minutos’, en la que ofrece clases de ejercicios de forma online.
Sin embargo, ahora con el avance a la Fase 3 de la región Metropolitana, Fabricio y su esposa volverían a abrir su gimnasio Club Fama Dance & Fitness. Así que se están preparando para recibir a sus clientes, lo que ha hecho que su carga laboral sea bien alta.
Dejaron a sus hijas con los abuelos
Debido a la alta carga laboral de Fabricio Vasconcellos y su pareja. Ambos tomaron una decisión sobre sus hijas, Josefina y Dominga, de 11 y 5 años, respectivamente.
«Nosotros lo conversamos con las niñas. Mis hijas son súper maduras, entonces sabían que no existía la posibilidad de salir de vacaciones para ningún lado porque los papas teníamos que trabajar«, dijo Mariela Román al citado diario.
Ante esto, la pareja decidió que sus hijas pasaron los días de vacaciones con sus abuelos maternos, en Algarrobo. Si bien están lejos de sus papás, ellos piensan que es bueno para que no sigan tan encerradas.
«Estaban encerradas de marzo pasado. Si bien salían algunos días al colegio, fue lo mínimo, entonces igual yo siento que ellas necesitaban salir un poco de casa«, expresó la mamá de las pequeñas.
Igualmente, Mariela contó que además de compartir con sus abuelos, estarán con sus primos, ya que los hermanos de Mariela también pasan sus vacaciones de invierno en el litoral.
A pesar de que todo fue de mutuo acuerdo, la mujer no puede evitar extrañar a sus hijas.
«Yo soy una mamá que trabaja mucho, pero siempre ando atenta a mis hijas. Me interesa compartir mucho con ellas, y con Fabricio siempre hacemos panoramas, como una tarde de cine, una comida rica, miles de cosas. Somos achoclonados, entonces, aunque sea por unos días, igual una las extraña», concluyó.