Hace pocas semanas comentábamos el video viral de Bridget Malcolm, la ex modelo de Victoria’s Secret, quien reveló en TikTok las exigencias que tenía la marca de lencerías con sus embajadores sobre el peso.
En ese entonces relató que si bien fue parte del desfile de 2016, un año después fue rechazada porque subió de talla de sostén de 30A a 30B. Bridget Malcolm aseguró, «Fui rechazada para el desfile en 2017 por Ed Razek (el ex CEO de la marca). Él dijo que ‘mi cuerpo no lucía suficientemente bien'».
Ahora la ex modelo de Victoria’s Secret contó más detalles de la industria en la que trabajaba y cómo la afectó de forma física y mental en redes sociales, produciéndole varios problemas de salud.
El duro ambiente del modelaje
Para Bridget Malcolm sincerarse a sus 29 años no fue fácil, de hecho la modelo australiana aseguró que esperó tanto tiempo para hablar por los múltiples daños que le dejó su experiencia.
«A la edad de 18 años, había vivido solo en tres países. Viajé a todos los continentes excepto a la Antártida. Me había preparado un hombre mucho mayor. Me habían agredido sexualmente varias veces» explicó visiblemente emocionada.
Y las cosas no cambiaron por mucho tiempo. Fue su propio agente quien le sugirió probar las drogas para poder bajar de peso. «Mi agente me había dicho que consumiera cocaína para bajar de peso… Cuando era menor de edad. Me habían dicho que tuviera mucho sexo para perder peso», aseguro Bridget Malcolm.
Esta difícil situación la hizo caer en un trastorno de estrés postraumático, sufrir de ansiedad, depresión, anorexia y ortorexia. «No podía socializar sin beber. Estaba desarrollando una gran dependencia de Xanax y Ambien para poder pasar la noche. Y eso fue antes de cumplir los 18«, pero Bridget Malcolm aseguró que esto no mejoró.
La ayuda que logró la ex modelo de Victoria’s Secret
Su punto más crítico fue el ataque nervioso que tuvo en su cumpleaños 26, y que la llevó a no salir de casa durante un año por sufrir ataques de pánico y nerviosos. «También tuve un ataque de ideación suicida que fue aterrador. Eso fue hace cuatro años».
Según las palabras de Bridget Malcolm, tocar fondo la ayudó a pedir ayuda y encontrarse hoy en un lugar mucho más saludable. «Tengo más de dos años sobria. Tengo cuatro años en recuperación de un trastorno alimentario. Estoy feliz. Estoy equilibrada. Soy fuerte y me siento mejor que nunca». Asimismo explicó que ahora sí puede contar su historia y alzar su voz, ya que ha podido trabajar en todas las experiencias que vivió.
Su relató terminó con «soy una firme creyente de que la industria de la moda necesita cambiar. Soy una de las modelos afortunadas. Pude hacer una larga carrera en la industria de la moda. Pero mi trabajo no debe incluir el abuso».
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