Conejo Martínez, el popular vendedor de maní que alcanzó el éxito en Nueva York con sus carros de Nuts4Nuts, habló sobre cómo ha sido volver a la ciudad que lo vio trabajar duro.
Esto porque tras vender la marca, Luis Martínez lo perdió todo, lo que lo llevó a volver a Chile y comenzar a levantar su imperio de nuevo.
Su nueva marca By Conejo, actualmente se puede encontrar en diferentes puntos de Santiago, e incluso tiene varios productos de su línea premium.
Pero ahora, años después de dicho momento que cambió su vida, está listo para nuevamente emprender nuevos desafíos.
La nueva vida del Conejo Martínez en Nueva York
En entrevista con La Cuarta, Luis contó que llegó a Chile tras permanecer varias semanas en Estados Unidos. Al igual que la primera vez que llegó a la Gran Manzana, el Conejo Martínez volvió a la ciudad con su carrito y se dio cuenta de la oportunidad que tenía para aprovechar.
Pero no solo eso, ahora Luis tiene otra mentalidad y es ayudar a los chilenos que llegan a la ciudad de Nueva York a cumplir sus sueños.
Tal como explica el diario pop, el Conejo Martínez los prepara para que sean maniceros. «Me pasó en los Estados Unidos. Llegaron los muchachos, los preparamos como maniceros, y están andando muy bien. Están felices. Soy el Tío Conejo ahora —larga su risa contagiosa y luego retoma—; siento que tengo la misma edad que ellos. Caminé las mismas cuadras, me paré igual, dormí 52 días en la bodega… Nueva York es una batería, te da fuerzas no sé de dónde. Para mí, es mágico: pasái a ser un actor en cualquier momento», explicó el vendedor al medio.
Asimismo asegura que está dispuesto a transmitir sus conocimientos, porque «quiere muchos Conejos. Los quiero ver felices. En Estados Unidos hay muchas oportunidades… diez años de Estados Unidos son treinta de Chile».
Pero las ideas del Conejo Martínez en Nueva York no terminan ahí. Su nueva idea es llevar la comida chilena a las calles de Manhattan, esta vez a través del restaurante La Empanada Mía. Tras varias conversaciones, Luis ahora es parte de la sociedad del negocio y pretende explotarlo al máximo.
Su vida se dividirá entre Nueva York y Santiago, asesorando al restaurante y viendo su negocio de maní confitado. «En Estados Unidos hay muchas oportunidades… diez años de Estados Unidos son treinta de Chile», concluyó el Conejo a La Cuarta.