La abogada, Carmen Gloria Arroyo, fue la invitada del capítulo de este jueves del programa «De tú a tú«, conducido por Martín Cárcamo. Allí, la «jueza» repasó varios aspectos de su vida, como su familia y su actual relación con el argentino, Bernardo Borgeat. Sin embargo, el tema que más llamó la atención fue el repentino abandono que sufrió por parte de tu padre.
Cada noche, el ex animador de «Bienvenidos», invita a personalidades de la televisión, el deporte y el espectáculo a participar de una grata conversación. Varios han sido los que se han confesado con el «rubio natural» y han lanzado impactantes confesiones sobre su vida.
En esta ocasión, fue el turno de la abogada de 55 años, Carmen Gloria Arroyo. La «jueza» se hizo conocida en el ámbito televisivo cuando representó a Gema Bueno, en medio del «caso Spiniak«. Fue tal su talento, que comenzó a ser invitada a varios programas televisivos y el 2007 comenzó con el conocido programa que realiza hasta el día de hoy.
La traición que sintió Carmen Gloria Arroyo
En medio de las preguntas realizadas por Martín Cárcamo, Carmen Gloria tocó el tema de su padre, el cual se fue cuando ella era muy pequeña. Arroyo contó que un día por la mañana el hombre se despidió y se fue, lo cual no era extraño, ya que acostumbraba a no aparacer en varios días. Pero, en esa ocasión, ella supo que era diferente, tras la reacción de su madre.
«La comencé a notar rara, muy deprimida. Me parecía que lloraba y me empezó a preocupar. Hasta que un día nos dijo: tu papá no va a volver. Vamos a seguir todo igual, pero el papá parece que se va a quedar en el sur», contó la abogada.
Luego de ese momento, Arroyo recordó que estuvo varios años esperando que su papá volviera, lo cual nunca ocurrió. Tras este episodio, la abogada comentó que hizo responsable a su madre. «Crecí con esa idea hasta los 17 o 18 años que yo busqué a mi papá, pensando en que mi papá no me iba a ver porque le tenía miedo a mi mamá«, comentó la defensora.
Unos de los momentos más complicados de Carmen Gloria fue en su graduación de cuarto medio. Ella esperaba con todas sus ganas que su padre se hiciera presente en esa ocasión. «Yo decía, hoy es el día. Hoy va a tener que aparecer, él sabe que esto es importante. Va a aparecer. Y no, no apareció«, recordó la abogada.
Finalmente, luego de muchos años, ella lo volvió a ver porque él la llamó. Arroyo le ofreció que se quedara en su casa, sin embargo, al otro día hizo lo mismo que había hecho hace unos años y se marchó para siempre.