Hay distintos amores y diferentes formas de amar. Es importante no olvidar que cuando amamos, lo hacemos insertos en una cultura determinada.
Mas allá de lo anterior, hay ciertas etapas definidas por la ciencia, relativamente estables, predecibles y transculturales. Dichas etapas se han asociado a una serie de cambios neuro-psico-fisiologicos y son las siguientes.
1- ENAMORAMIENTO
También se le conoce como la fase de lujuria o limerencia. En esta etapa todo es color de rosa, se sienten «mariposas» en el estómago, estamos eufóricos, llenos de vida y energía (se duerme en promedio un 20% menos). Generalmente las relaciones sexuales son intensas y frecuentes.
Es bastante similar a estar bajo los efectos de alguna droga que genere un estado alterado de consciencia. Y como dice el refrán «el amor es ciego…» pero el matrimonio o el tiempo le devuelven la vista, por lo tanto no sería recomendable tomar decisiones apresuradas en esta etapa de idealización. También es importante entender que esto es una etapa y que al disminuir las intensas sensaciones antes descritas, no quiere decir que se ha acabado el amor. Como dicen por ahí «el amor eterno dura seis meses».
2- AMOR ROMÁNTICO
En esta etapa, que generalmente se define entre los 18 meses y 4 años de relación, se tiende a estabilizar la unión de pareja. En relación a lo anterior, es frecuente que surjan conflictos y para salir airosos es fundamental aceptar al otro como distinto a mi, no cayendo en interminables discusiones de cómo deberían ser las cosas. La idealización disminuye así como la intensidad y la pasión.
3- AMOR MADURO
En esta etapa cobran relevancia el apego, el afecto, la ternura y el compromiso estable. La psicología evolutiva plantea que para poder criar a los hijos y perpetuar la especie, es necesario que la lujuria y el amor romántico den paso a esta estabilidad.
La pasión disminuye pero no quiere decir que deba desaparecer y aquí hay una clave: hay estudios científicos realizados con parejas mayores que decían sentirse igual de enamorados que el primer día y se demostró que sus niveles de un neurotransmisor llamado dopamina, eran similares a los de los recién enamorados. ¿Cuál es la clave? Como dice la pionera en estas investigaciones, Helen Fisher: «Hacer cosas nuevas con tu pareja o cualquier actividad placentera juntos, puede desencadenar sentimientos de romanticismo y despertar la pasión».
Y tú, ¿con qué etapa te sientes identificad@? Seguiremos conversando sobre el tema este jueves en «Cómplices, Los Dos», de 20:00 a 21:00 horas. ¡Puedes comentar con nosotros usando el hashtag #ComplicesFMDOS!
Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.
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