Es uno de los tips clásicos para sobrevivir a los cambios de temperatura en la transición de estaciones o para capear el frío sin lucir como osos polares. Vestirse en capas es indispensable para cumplir esos objetivos. A continución, algunas recomendaciones para hacerlo como una maestra:
- La primera capa es mejor cuando tiene un alto porcentaje de fibra orgánica como el algodón. Esto es simplemente porque sobre ella recaerán otras prendas e inevitablemente la primera es la que lidiará con la piel y la eventual transpiración del cuerpo, que absorverá mejor el algodón.
- Las capas deben respetar la regla de la flexibilidad desde la piel hacia afuera. Esto quiere decir que empiezas por prendas suaves y flexibles, como una camiseta de algodón, y dejas telas cortaviento o gruesas para el final.
- No al look oso polar. Las capas pueden ser tan chic como tu vestido playero más liviano. Por ejemplo, puedes empezar por una camisa, seguida por un chaleco con escote en V, continuado por un blazer, cerrando con un trench o un abrigo.
- Procura que cada capa sea visible y que sus colores y estampados, sean compatibles. También es el momento ideal para jugar con las telas en un look monocromático. Por ejemplo, en un look totalmente negro, mezcla algo ligero, con tejidos y luego cuero.
- Las nuevas tendencias obviamente desordenan las reglas tradicionales y nos invitan a explorar visualmente. Por ejemplo, está de moda empezar con una camiseta de cuello alto y seguir con una camisa abierta o un vestido de tiritas veraniego. ¿Te atreverías?
Sigue a Nicole Putz en su Instagram @nicoputz