Cada vez es más común el amor en línea. Especialmente en tiempos de pandemia. Seguro te ha pasado. El encierro reduce las oportunidades de conocer a otras personas de forma presencial. Buscar pareja no puede esperar.
Por ello, es cada vez más habitual que acudir al amor en línea. Mediante una serie de instrucciones relativamente fáciles, tener acceso a aplicaciones. Como Tinder o paginas web destinadas a encontrar el amor.
Amor en línea. Y en pandemia
La virtualidad nos ha dado grandes ventajas. Desde acceder a una gran gama de opciones disponibles con un simple clic. Así, nos permite hoy en día hacer las compras del supermercado, de libros, remedios, regalos. Pero, además, conseguir amigos, sexo, amor o buscar pareja. ¡El amor en línea!
Se ha estudiado mucho. Y se saben cuáles son las principales motivaciones para usar Tinder. Entre ellas están encontrar amor o sexo casual. Pero eso no es todo. También está la auto-validación. O, por ejemplo, sentirse mejor con uno mismo. También entra en juego el comunicarse fácilmente con desconocidos. Más allá del amor en línea.
Estadísticas del amor virtual
Lo cierto es que cada persona tiene sus propias motivaciones. Pueden ser distintas. Pero la plataforma es la misma. Un entorno digital. Muchas veces no seguro. Y no menos emocionante. La virtualidad trae ventajas y desventajas cuando de buscar pareja se trata. Es esta era, todo es posible. Y, también, todo puede ser peligroso.
Hay otros descubrimientos curiosos del amor en línea. Y es que esta aplicación de amor en línea no deja de sorprendernos. Por ejemplo, las personas que fuman reciben mucho menos likes. Aunque ese no es el único dato desconcertante. Los usuarios se meten a Tinder en promedio de 12 veces al día. ¡Sí! una docena de ingresos a la app de citas. Y son personas que van desde los 13 a los 44 años. Lógicamente, estos datos reportan la mayoría. Es común ver que hay otros comportamientos. No todos lo hacen, pero son promedios de uso de la aplicación.
Existen en el mundo millones de internautas buscando amor en línea. Con los cuales, teóricamente, podríamos establecer comunicación virtual. Considerada, hoy por hoy, la forma más común de cometer infidelidad. Junto con esto, el online dating (citas en línea) tiene sus misterios. Se consolida como la segunda forma más frecuente de encontrar pareja. Esto, después del clásico «nos conocimos porque un/a amig@ nos presentó”.
Ventajas
Las historias son de todo tipo. Las hay exitosas. Otras no tanto. Pero es lógico que, desde 2011, la app Tinder haya juntado a millones de personas. Buscar pareja siempre es prioridad. Esas que buscaban una cita en línea. Algunos consiguieron el amor. Otros encontraron amargas experiencias. Pero, ¿acaso no es así la vida misma?
Hay sitios especializados a donde se acude con la intención de buscar a alguien con quien hablar. Tal vez, solo flirtear. O, incluso, encontrar a la persona ideal. Para compartir toda una vida.
Como seres humanos, todos tenemos la necesidad de contacto. Amar y ser amados, todo ser humano lo necesita. Y esta necesidad nos hace probar todos aquellos caminos disponibles. Los que creemos que nos pueden conducir a encontrar eso que anhelamos.
Incluso antes de la pandemia, buscar pareja o el amor en línea ya era muy popular. Se remontan a fines del siglo pasado. Sí, en la década de los noventa del siglo XX. Cuando Internet irrumpió en nuestras vidas. Y marcó un antes y un después. Para siempre. Aplicaciones como Tinder son, hoy día, la evolución de las salas de chat de antaño. Los millennials recordarán vagamente en su pubertad o adolescencia. Esas salas de chat que se usaban antes del temido Y2K (siglas informáticas para definir la llegada del año 2000).
Riesgos
Lo cierto es que no es nada nuevo acudir a plataformas virtuales para conseguir el amor. Solo que ahora hay más conectividad. Nuestras vidas están cada vez más inmersas en lo virtual. La pandemia solo aceleró y magnificó ese escenario.
Pero, no deja de traer consigo ventajas y riesgos. Como pasa con toda tecnología. En medio del encierro por la pandemia. Los corazones solitarios pueden encontrar un gran alivio. Incluso un buen consuelo gracias a estas aplicaciones. Y, ¿por qué no?, hasta tu media naranja por el amor en línea. Solo hay que tener en cuenta ciertos principios básicos de seguridad digital.
Aunque parezca obvio, la seguridad es algo que muchos olvidan. En su afán por buscar pareja y encontrar el amor, compañía, sexo casual o, simplemente, amistad.
Uno de los problema en el contexto tinderiano es que hay demasiados peces en el mar. Y nuestros cerebros no están preparados para eso.
Es entonces cuando aparecen las contradicciones. Al ser tan amplia la oferta. Corremos el riesgo de perdernos. Y, puede que pase, alejarnos del objetivo inicial. Pasa muchas veces. Hasta sin darnos cuenta.
Evita fraudes amorosos
La importancia de la atracción entre las personas es un aspecto central en la interacción social. El anonimato de lo virtual nos permite manejar el atractivo personal a nuestro antojo. Y, en relación a esto, las estadísticas indican que sobre el 80% de los usuarios miente en sus perfiles acerca de la edad, altura, apariencia física y peso. A esto se suma que los hombres además mentimos en cuanto a nuestro nivel económico.
No son pocas las historias de fraudes que se han perpetrado a través de Tinder. O de cualquier app o plataforma de citas. Por eso, para minimizar los riesgos es importante tener en cuenta ciertos consejos de seguridad. Buscar pareja puede ser peligroso si no se toman previsiones.
Nunca, pero nunca jamás, le envíes dinero a nadie sin antes conocerlo en persona. Puede que la interacción inicial sea virtual. Como es común en estos entornos digitales. Incluso, puede que te enamores perdidamente de esa persona que te escribe detrás de la pantalla. Pero, no caigas, si no se conocen, no reveles tus datos bancarios. Y, mucho menos, envíes cantidades enormes de dinero.
Perfiles falsos
Una clásica de la actividad virtual. Suplantación de identidad es una. Perfiles irreales, es otra. De todo se puede conseguir. Te hacen creer que son una personas distinta a la que son en realidad. Incluso un hombre que se hace pasar por mujer. O viceversa. Siempre la intención es estafar. Emocional o económicamente. Buscar pareja puede ser complicado en Internet.
Por eso, la virtualidad debe tener un componente real. Es decir, puedes conocer a esa personas y si crees que es tu anhelado amor en línea. Haz algo que te permita corroborar su verdadera identidad. Una videollamada puede ser una opción. Pero no es la única. Con tantos avances tecnológicos esta no es una garantía. Hay herramientas basadas en inteligencia artificial que pueden incluso facilitar que alguien finja ser quien no es, en una videollamada.
Por eso, lo recomendable es que haya una interacción personal, pese a que el inicio de la relación sea de amor en línea.