El sexting ha sido definido como «enviar, revivir o re-enviar mensajes, imágenes o fotos sexualmente explícitas, a través de medios electrónicos, particularmente entre teléfonos móviles» (Klettke, Hallford, & Mellor, 2014).
En términos generales, esta práctica ha sido considerada por sí misma como una actividad riesgosa y se la ha asociado a otras conductas de riesgo, como uso de drogas, sexo sin protección y consecuencias negativas para la salud. Si bien existen evidentes riesgos asociados, también hay evidencia de los efectos positivos que este tipo de comunicación puede tener en la pareja.
Veamos algunos eventuales pros y contras del sexting. Hablo de «eventuales», ya que puede que algo que para muchos sea un pro, para ti sea un contra y viceversa. También es fundamental aclarar, que en esta oportunidad no haré referencia al intercambio y/o material entre menores de edad, fenómeno considerado como pornografía infantil.
Pros:
- Hay evidencia que indica una fuerte relación entre el sexting y el nivel de satisfacción sexual entre adultos.
- Según un estudio de la Universidad de Drexel, el 88% de las personas que participaron de la investigación, habían realizado sexting. El 74% de ellas lo hizo con su pareja en una relación estable y todos afirmaron haber tenido una mejor experiencia sexual luego de esta práctica. De esta manera, podría funcionar como un «juego previo 2.0». Esto siempre que ambos involucrados estén libremente involucrados y disfrutando de dicho juego.
- El sexting puede ser una excelente alternativa para las parejas que se encuentran físicamente a distancia.
Contras:
- Riesgos psicosociales: Uno de los riesgos más evidentes es la distribución indiscriminada de material erótico/íntimo a terceros, sin que la persona lo desee. Dentro de las posibles consecuencias de esto, hay evidencia de humillación pública, acoso, pérdida de empleo, ansiedad, depresión, aislamiento social e incluso suicidio. Algunos expertos señalan que el riesgo social es mayor, mientras menor es la localidad de la persona expuesta («pueblo chico, infierno grande»).
- Hacer ricos a terceros: Desde el año 2009 existe un creciente aumento de sitios web, cuyo contenido es fundamentalmente material de sexting que se ha filtrado y compartido. Estas páginas se dedican recopilar, publicar y comercializar este tipo de material.
Quiero compartir contigo algunas sugerencias para minimizar los riesgos de esta práctica que se hace cada vez más frecuente entre adultos. Primero es importante tener en claro que mientras participes del sexting, hay formas en que puedes disminuir los eventuales riesgos, pero no de evitarlos o de hacerlo de manera 100% segura:
- Evita mandar imágenes que muestren tu cara o algún rasgo distintivo único.
- Evalúa bien a quien le mandas estos mensajes y tantea el terreno antes de hacerlo (no sería bueno que le llegara cuando está en una reunión de trabajo o mostrándole a su madre las fotos de gatitos que tiene en su celular).
- Evita mandar mensajes en modo sexting a alguien que recién estés conociendo o que no tengas plena confianza.
- Pide que se borre el material que mandas y asegúrate de borrar el que recibes.
- Evita el sexting cuando estés muy excitad@ y/o bajo los efectos del alcohol. En ambos casos, el «cerebro racional» no está en su 100%, se minimizan los riesgos y puedes pasar por sobre tus propios límites.
- En el caso de que recibas material de un tercero que se ha filtrado, no participes re-enviándolo ya que, para esa persona, lo más probable es que esto no sea un chiste.
Recuerda que en el programa de esta semana seguiremos conversando sobre estos temas. Escúchanos este jueves en «Cómplices, Los Dos», de 20:00 a 21:00 horas. ¡Puedes comentar con nosotros usando el hashtag #ComplicesFMDOS!
Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.
Síguelo en su cuenta de Twitter: @rodrigojarpa
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