En mi experiencia clínica recibo incontables quejas de hombres y mujeres en relaciones estables, sobre lo que el otro hace —o no hace— durante el sexo. En el caso de las mujeres las quejas son más variadas y algo que en un momento puede ser un «error», en otro momento y contexto es un acierto.
Los hombres en general se quejan monotemáticamente de las mismas cosas y dentro de las más frecuentes, están las siguientes:
- Que no se deje llevar: esta queja tiene que ver con el control y sus múltiples manifestaciones; que en general se relacionan con estar más en la cabeza y los pensamientos, que en el cuerpo y los sentidos.
- Preocuparse mucho de su imagen: hay amplia evidencia de la importancia de los estímulos visuales para la gran mayoría de los hombres, principalmente porque algunas mujeres se preocupan en exceso de su apariencia, desconectándose del placer y del momento. Lo interesante es que muchos de los pensamientos que tienen las mujeres sobre la imagen corporal, como las estrías y la celulitis, para los hombres no tienen mayor importancia. Es importante que dejemos de poner todo el deseo y el erotismo en el cuerpo; ya que de esa forma construimos un deseo muy frágil y desechable, no sustentable con el paso del tiempo y la fuerza de gravedad.
- La pasividad extrema: si bien el otro extremo puede resultar intimidante para algunos, la pasividad extrema, sin expresar nada y/o sin dar ningún tipo de feedback, para muchos hombres resulta desmotivante. Aquí también se incluye el que ella «nunca» tome la iniciativa. Cada persona es responsable de su propio placer y no existen los adivinadores de pensamiento. Si tu placer sexual es importante, es recomendable que te lo tomes más en serio y que seas activa en su consecución. Esto ultimo, idealmente desde la creatividad y el cariño.
- Fingir un orgasmo: diversos estudios afirman que al menos el 65% de las mujeres han fingido el orgasmo en algún momento de su vida, aunque la gran mayoría de los hombres no se de cuenta de aquello. Para el hombre es difícil llegar a comprender que su mujer haya disfrutado sin ver resultados concretos, por esto muchas mujeres sienten tal grado de presión, que terminan por buscar una solución que puede llegar a ser peor que el problema. Otras veces lo hacen para poner fin a una situación en la que no están disfrutando. Al fingir reiteradamente, están enseñando o entrenando a sus parejas, a hacer justamente lo que no les satisface ni les gusta.
Y a ti, ¿qué te «incomoda» del otro? Cuéntanos tu opinión usando el hashtag #ComplicesFMDOS y recuerda que este jueves puedes escucharnos en «Cómplices, Los Dos», de 20:00 a 21:00 horas.
Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.
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