Consuelo Aldunate es la eterna soltera. Después de años descansando, trae sus aventuras a FMDOS.CL
Acabo de ver los dos checks azules. Es decir, leyó. Leyó todo lo que le escribí anoche, mientras bailaba en el departamento, con Spotify a todo volumen, y mis maravillosos audífonos que deben tener felices a los vecinos. Odio la lista “Jueves De Antaño”. Porque claro, uno le cree a las canciones. Y si me pones en una lista canciones de cuando estaba en mi mejor momento, me la creo. ¿Y qué pasa cuando me la creo?
Me mando numeritos.
Extraño esos años en que uno podía dar pena, sin que nadie supiera. Ahora una se pone tecnológica y empieza a perseguir a la gente, por las redes sociales. Y te enteras que el sujeto, que dijo que se iba de la pega a la casa, anda en un bar. Quizás con qué mina, pienso automáticamente, mientras trato de revisar Twitter sin que se me vayan las manos a la botella de vino que abrí –mala idea- se recargue la copa y ups, no sé cómo, se abrió SaferTaxi y ya estoy saliendo a sicopatear, ¡pero con responsabilidad!
Deberían quitarle el teléfono a los que marcan más de 0,3 en la alcoholemia al subirse a un taxi. Esas son leyes ciudadanas que sí queremos.
Y ahora, la caña moral, la plancha de haber pasado siete veces por fuera de la terraza del Moloko, con cara de loca intensa y sin respeto, lento, en taxi, leeento, y como me vio y sabe que estoy loca, obvio que no me contesta el teléfono, y ahora cree que no debería volver a llamarme.
Y la caña moral, de saber que leyó los mensajes, que sabe que estoy loca, y que le va a contar a sus amigos “dos citas, y ya me pone la máquina”.
Y después dicen que la culpa de la soltería NO ES de la tecnología.
¡Síguela en sus redes!
Twitter @C_Aldunate