El Festival de Viña está a la vuelta de la esquina, pero hace más de un mes que estoy de lleno con todos los detalles. Esta es la instancia más expuesta en la que he participado en mi vida y hoy les quiero contar un poco de mi proceso creativo.
Cuando supe que iba a ser jurado del Festival, lo primero que pasó por mi cabeza fue que tenía que decir que no. ¡Sentí un miedo que nunca antes había sentido e inmediatamente se me vino a la cabeza la imagen de una corona sobre mi cabeza y mi cuerpo mojado post piscinazo! Y el saludo… para qué decir lo que me aterró el saludo al monstruo. Después de pensarlo por un par de horas me di cuenta de la tremenda oportunidad que había tocado mi puerta. Es quizá uno de los momentos en donde más gente va a ver mi trabajo, va a conocerme, va a poder llegar a mi plataforma de ayuda a las mujeres. Era de locos no decir que sí.
Pero ahí surgió el segundo problema. Soy una persona excesivamente perfeccionista, y cuando analicé lo que significaba ser parte del Festival, entendí también que podía mostrar lo que hago y subir un poco la vara a lo que estamos acostumbrados a ver. El Festival de Viña del Mar es la instancia más internacional que tiene nuestro país, es una vitrina única y siento que no siempre quienes son parte de esta fiesta están a la altura del concepto. Por lo mismo decidí no sólo mostrar mi trabajo en el área de la moda y la cosmética, sino también estar siempre impecable como lo estaría un asistente al festival de San Remo. Creo que en esta área el festival viñamarino, excepto por la gala, se ha puesto un poco flojo.
Después de tomar la decisión de que no podría recurrir al diseño chileno por falta de tiempo (no alcanzaría a realizar pruebas de vestuarios para 7 vestidos), opté por invertir en mis propios vestidos para poder efectivamente mostrar a través de ellos mi gusto personal y el trabajo de mi equipo. En el fondo, vi la oportunidad de generar montón de contenidos para mis redes, para mi blog, para todas mis plataformas, que son finalmente el medio que más me ha servido para dar a conocer mi trabajo. ¿En qué consiste mi trabajo, se preguntarán ustedes? Yo también estoy en proceso de entenderlo, pero claramente es saber ser un buen referente en las áreas en las que me he desempeñado toda mi vida, que son la moda y la belleza.
Lo que verán en el Festival es 100% yo, tratando de que ustedes me conozcan tal cual soy. No es el gusto de un estilista ni de un diseñador, sino que es de una mujer que ha crecido en el mundo de la moda y que sin saberlo se le han transmitido por osmosis todas las pautas imprescindibles de este mundo, en el cual el lema mas importante (a mi modo de ver) es no seguir modas, sino por el contrario ser auténtica, asumida, elegante y atemporal. Si puedo ayudarlas a lograr esto, entonces seré una tipa 100% realizada.
No puedo anticiparles que vestidos usaré en esta oportunidad, de qué diseñadores son, cuanto me costaron, cómo me voy a maquillar ni qué accesorios usaré porque no quiero arruinar la sorpresa. Pero no se pierdan la próxima nota, justo antes que se termine el Festival, en donde compartiré todos mis secretos.
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