Resulta que no somos compatibles. Ni en el signo tradicional, ni en el chino, ni en las runas… no funca, el asunto. Muy Ricky Martin «Fuego de Noche, Nieve de Día» de mi parte, lo sé, pero… parece que no es la persona. Muy cerca estará, muy entretenido tener un pololeo virtual en la oficina -por Dios que me veo bien todos los días en el trabajo, estoy en un momento casi fashion blogger- pero muy atroz pololear sola, a estas alturas de la vida. Y como hay expertos en todo, decidí partir el 2016 con una lectura de Tarot. Obvio.
El dato me lo dio la amiga de una amiga. Llegué, con más preguntas que para la PSU, y zas, esperé que los arcanos me dieran alguna luz. No pasó nada.La niña, muy simpática y comprensiva, le achuntó hasta a mi fondo de pensiones de AFP, casi a mi plan de isapre, pero a la hora de explicarme cuándo me caso, tengo hijos, y soy la mujer que debería ser, con una cuatro por cuatro y casa de veraneo, nada.
- «Veo en tu futuro un hombre de barba, mayor, pelo canoso»… – tarotista concentrada
- Obvio, el Viejito Pascuero, pero eso ya pasó! – Mi futuro, porfa…
- No, no conoces todavía a tu amor para toda la vida… lo siento
- Mmm. Ya, no lo conozco, pero….
- «¿Pero?»
- ¿Pero por una pequeña cantidad de plata podemos acercarlo?
- No te entiendo…
- Un trabajo? Linda, leo los avisos económicos…
Menos mal que la niña era amorosa y no tomó a mal mi sugerencia de ampliar el rubro Tarot hacia la Magia Negra.
Salí, con 20 mil pesos menos y cuántos sueños quebrados… no es él. Es cierto, algo me lo decía hace rato, pero no me estaba escuchando.
Hombre de barba, mayor, pelo canoso… ¿George Clooney?