Muchas personas han estado o están en relaciones, en las que se perciben sometidas a una carga excesiva de “trabajo”. Trabajar para ser entretenida, interesante, atractiva y/o en resumidas cuentas; ser la pareja perfecta. Si bien todas las relaciones implican cierta cuota de “trabajo” para que funcionen, como por ejemplo invertir tiempo, hacer cosas juntos, comunicarse, cultivar la relación… es distinto cuando nuestra pareja aplica estándares implacables hacia nosotros y espera que los cumplamos a la perfección.
Otro escenario es cuando somos nosotros mismos los que nos llenamos de “trabajo” y mantenemos estándares de perfección autoimpuestos. Aquí hay algunas sugerencias para reconocer la diferencia y aumentar las probabilidades de éxito en tu relación.
Las parejas o las personas perfectas, son imperfectas
Si bien es importante tener en consideración que entendemos por perfecto, también es fundamental ser conscientes de que nadie lo es. Sin embargo, esa expectativa, puede sabotear el éxito relacional.
En un estudio reciente, publicado en 2022, se estudió la relación entre el perfeccionismo y la soltería. En dicho estudio se definió el perfeccionismo como «la tendencia a establecer estándares de desempeño excesivamente altos combinados con autoevaluaciones demasiado críticas». Una de las conclusiones a las que se llegó, es que las personas con un alto perfeccionismo experimentan desafíos sociales que obstaculizan el desarrollo de relaciones estables y de apoyo, incluidas las relaciones románticas.
«No eres tú, soy yo»: esperando la perfección
Si quieres saber cómo lidiar con una pareja que espera que seas perfect@s, primero debes reconocer si esa expectativa realmente proviene de la otra persona o de ti mismo. El perfeccionismo orientado a la pareja es la tendencia a tener expectativas exageradas de una persona, como esperar un cumplimiento perfecto cuando se le pide que haga algo.
Aparentemente, para las personas que están en una relación en la que sienten la presión de ser perfectos, la primera pregunta involucra saber de donde viene esa presión (de mí mismo o de la otra persona). Sin embargo, ya sea autoimpuesto o impuesto por la pareja, el remedio relacional implica una combinación saludable de introspección y discusión sobre las expectativas. Las relaciones que involucran demasiada presión perfeccionista son agotadoras e insostenibles. Aceptar la imperfección, tanto tuya como de tu pareja, es una forma realista de mejorar la calidad de tu relación.
Estar en una relación con una o un perfeccionista puede ser un desafío. No porque el otro sea una “mala persona”, sino porque la rigidez y sus expectativas exageradas de sí mismos pueden tener un impacto en tu relación y lo que se espera de ti.
Por ejemplo, puedes comenzar a sentir presión para comportarte de manera similar o sentirte sol@ en momentos en que tu pareja está consumida en sus propios comportamientos perfeccionistas (como en el trabajo).
Demuestra curiosidad
El mundo interior de una persona perfeccionista es complicado y puede generarle un alto grado de sufrimiento el mantener sus estándares implacables. Mientras observas a tu pareja, intenta sentir curiosidad por conocer ese mundo interior.
Tomar esta actitud puede ser un buen primer paso para desenredar parte de la rigidez que puede bloquear la conexión. El comprender -que no es igual a justificar- nos da una buena materia prima para comenzar a empatizar.
Cultiva la compasión y no la perfección en tu pareja
Todos hemos experimentado dolor alguna vez y, del mismo modo, todos hemos adoptado ciertas estrategias con la esperanza de no volver a experimentarlo nunca más. Las personas perfeccionistas a menudo han aprendido que desempeñarse bien y hacer todo lo posible para evitar errores, lo que, hasta cierto punto, les ayuda a experimentar menos dolor. Sin embargo, es muy probable que sigan sufriendo.
La compasión te permite reconocer el sufrimiento; potenciando la empatía y sentimientos de calidez y amor por quien sufre. Esto a su vez motiva el deseo de aliviar dicho sufrimiento. Es una respuesta basada en el amor y la comprensión, al tiempo que se procura una respuesta de compromiso para aliviar ese sufrimiento.
Transmitir una sensación de aceptación y seguridad emocional puede ser muy útil para que una persona se dé cuenta de que está bien dejar que su parte perfeccionista descanse.
La seguridad emocional permite ser más auténtica y aun así sentir una sensación de amor, conexión y pertenencia.
Establece límites
Debido a que los perfeccionistas suelen criticarse a sí mismos, es posible que tú también hayas sido el o la receptora de sus críticas. Es importante que seas clar@ con respecto a lo que está bien o no, con lo que estas dispuest@ a aceptar o no y con el tipo de relación que quieres tener y cuál no.
Ayúdale a celebrar
Por mucho que los perfeccionistas se esfuercen y se concentren constantemente en el desempeño, a menudo les puede resultar difícil celebrar cuando las cosas van bien. En lugar de disfrutar el momento, pueden experimentar una breve sensación de alivio de las presiones de su voz crítica. Desafortunadamente, su crítico interno a menudo regresa rápidamente a revisar que se puedo haber hecho mejor.
Recuérdale a tu pareja que está bien celebrar. Este recordatorio puede ayudarle a soltar un poco la tiranía del perfeccionismo y aprender, con el tiempo, que la necesidad de hacer y cumplir, no tiene por qué ser una parte continua de la relación.
Por Rodrigo Jarpa.
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