Es muy probable que algún momento de nuestras vidas, todos pasemos por un quiebre amoroso. Puede que seamos nosotros quienes tomemos la decisión, que lo haga nuestra pareja o que sea por mutuo acuerdo.
Algunos quiebres pueden ser tremendamente dolorosos. El cómo los enfrentemos y las soluciones que intentemos, pueden ser determinantes en el grado de sufrimiento que nos generen. Estas son algunas sugerencias que pueden resultar de utilidad si estás pasando por algo así:
Dejar de buscar explicaciones
El quiebre de una relación amorosa, activa los mismos mecanismos cerebrales al igual que cuando un adicto a la cocaína o a los opiáceos no puede consumir y entra en periodo de abstinencia. Esto nos lleva a buscar una droga de remplazo: recordar una y otra vez a nuestra pareja, buscando explicaciones de porque la relación llegó a su fin. El problema es que la búsqueda de razones, no hará que dejes de sentir el dolor que estas sintiendo. Es más; el mantener las esperanzas puede ser tremendamente destructivo en un contexto así. Cada recuerdo, cada imagen o cada vez que te metas a su Facebook o Instagram, hará más difícil el proceso de recuperación.
Ojo con la idealización
Con frecuencia al sufrir una pena de amor, tendemos a idealizar a la persona que nos ha dejado. Pasamos horas recordando los buenos momentos y lo increíble que era con nosotros. Tal vez sea una buena idea, sea equilibrar la balanza y recordar también “el lado oscuro de la fuerza”.
Sí a la rutina
Luego de una separación es recomendable que sigas manteniendo tus rutinas habituales. Esto facilita el ir adaptándose de forma gradual a esta nueva realidad.
No te aísles
Está comprobadísimo lo “terapéutico” que resulta el contacto con otras personas. La mayoría de las veces una separación es una experiencia difícil por la pérdida que implica; apóyate en tu familia, amigos y/o eventualmente un/a especialista. No sobre cargues a los más cercanos con el tema ya que puedes terminar abrumándolos.
Valida lo que sientes
En términos generales y no solo en el contexto de una separación, es importante que aceptemos y validemos nuestras emociones. Por ejemplo si tienes pena; acéptala, hazla consciente, obsérvala. Como decía Carl Jung: “a lo que te resistes, persiste”
No a la autoflagelación
Para que una relación termine; ambos integrantes han de haber hecho cosas que no servían y dejado de hacer cosas que servían. El darte cuenta de esos errores, te permite aprender sobre ellos y tener mayor consciencia para no seguir repitiéndolos en un futuro. El quedarte pegad@, rumiando y castigándote por lo que pudiste haber hecho distinto; a estas alturas no tiene mucho sentido.
Si conoces a alguien que esté pasando por una ruptura, se compasivo, empatiza y valida lo que siente. Se ha visto que el apoyo social es fundamental para la recuperación de un “corazón roto”.
En el programa de esta semana seguiremos profundizando sobre el tema. Escúchanos este jueves en “Cómplices, Los Dos”, de 20:00 a 21:00 horas. ¡Puedes comentar con nosotros usando el hashtag #ComplicesFMDOS!
Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.
Síguelo en su cuenta de Twitter: @rodrigojarpa
¿Tienes alguna duda que quieres resolver sobre este u otro tema? Deja tus preguntas para que Rodrigo Jarpa pueda seleccionar y contestarlas en una próxima columna:
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