Una familia ensamblada o reconstituida, es una familia en que uno o ambos miembros de la pareja, tiene uno o más hijos de una relación anterior. El ensamblaje puede generarse luego de separarse, enviudar o cuando una madre soltera se vuelve a emparejar.
Existen algunos factores de riesgo y dificultades propias de este tipo de familia. Muchas veces resulta complejo el lograr coordinar culturas familiares distintas, lidiar con las ex
parejas, manejar límites y reglas con los hijastros, etc.
Algunas sugerencias que podrían resultar de utilidad, para este tipo de familia cada vez más frecuente, donde se pueden juntar los tuyos, los míos y los nuestros, son las siguientes:
-Se ha visto que los hijos son una de las principales causas de conflicto en las familias ensambladas, por lo tanto, es altamente recomendable construir paulatinamente un vínculo positivo con l@s hijastr@s. Ser demasiado “buena onda” desde el principio, puede resultar contraproducente (sobre todo cuando ya no son niños).
-Negociar y llegar a acuerdos en pareja, respecto a las normas y reglas de la casa. Después de que exista claridad respecto a esto, es recomendable que en un principio sea el progenitor el que las plantee a sus propios hijos, para luego comenzar a hacerlo el “padrastro” o “madrastra”. Una vez que esto ocurra, es importante que la pareja se apoye mutuamente. Por otro lado, es fundamental que las normas y reglas sean iguales para todos y que no existan diferencias entre los hijos de uno y los de otro.
-Ir de menos a más con respecto a las manifestaciones de afecto hacia la pareja en presencia de los hijos. Muchas veces los hijos se resisten al hecho de que su mamá o papá tenga una nueva pareja, por lo tanto, es importante darles el tiempo para que se vayan adaptando, junto con validar lo que puedan sentir durante el proceso. En términos generales, se recomienda que luego de una separación o divorcio, un tiempo prudente para presentar a una nueva pareja, sea de mínimo un año.
-Si la familia ensamblada va a vivir bajo el mismo techo, lo ideal es que puedan hacerlo en un lugar nuevo. Es decir, que no sea el lugar donde vivían desde antes ninguna de las dos partes. De esta manera, disminuyen los conflictos relacionados con los que se sienten como visitas y los que se pueden sentir invadidos.
Los estudios demuestran que por lo general toma entre 2 a 5 años para que una familia ensamblada logre la transición con éxito. En un primer momento, pueden verse enfrentados a distintas dificultades, pero cuando los miembros de la familia aceptan que esta nueva unión no será igual a la anterior, aprenden a respetarse, reconocen la importancia de los tiempos individuales para adaptarse a los cambios y potencian los vínculos positivos, van por muy buen camino.
En el programa de esta semana seguiremos profundizando sobre el tema. Escúchanos este jueves en “Cómplices, Los Dos”, de 20:00 a 21:00 horas. ¡Puedes comentar con nosotros usando el hashtag #ComplicesFMDOS!
Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.
Síguelo en su cuenta de Twitter: @rodrigojarpa
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