Los hábitos son conductas aprendidas que repetimos con regularidad y que la mayoría de las veces hacemos en “piloto automático”. Es decir, las hacemos sin pensar.
Justamente esto último es una de sus características centrales, ya que cuando hacemos consciente un hábito, se desestructura y en algunos casos se entorpece la conducta. Por ejemplo, cuando manejamos, caminamos o hacemos nuestra firma, si nos hacemos conscientes de ello y pensamos en cada movimiento, puede que el resultado no sea el esperado. ¡Haz el experimento tu mism@!
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Hay hábitos de otras personas que nos pueden resultar muy atractivos, así como otros generarnos rechazo.
Esto puede variar de persona a persona, en función del contexto y de la frecuencia con que ocurren. Sin embargo, existen algunos hábitos que la gran mayoría de las veces se asocian al desagrado y que definiremos como “hábitos espanta parejas”.
1. Mucha crítica
¿Cuánto es mucho y cuánto es poco? Diversos estudios sugieren que la proporción mágica es la siguiente: 80% de lo que decimos debiese ser positivo o neutral y solo un 20% puede ser crítica o algún mensaje directivo como, por ejemplo: “hoy día de toca a ti sacar a pasear al conejo”.
Cuando uno de los miembros de la pareja recibe constantemente mensajes de insatisfacción y alegatos, puede ser un estímulo tremendamente negativo e incluso llegar a creerse la idea de que no hace nada bien. Es comprensible entonces que evitemos el sentirnos así.
2. Falta de empatía
Cuando uno de los miembros de la pareja está pasando por un mal momento y su pareja falla en mostrarle compasión, validación emocional o empatía, puede traer consecuencias devastadoras.
Generalmente esperamos que nuestra pareja sea una de las personas en quien podemos confiar y apoyarnos durante los momentos difíciles. Cuando repetidamente no obtenemos eso que esperamos, es común que nos alejemos y que lo busquemos en alguien externo a la relación.
3. Ignorar lo que para el otro es importante
Así como un exceso de demandas o quejas puede ser problemático, el ignorar lo que para el otro es importante puede generar la sensación de rechazo o invalidación.
Uno de los ejemplos más comunes que reflejan esta dinámica, es cuando uno de los miembros de la pareja plantea su insatisfacción en el ámbito sexual o su frustración por falta de intimidad emocional. Cuando esto se plantea repetidamente y el otro pareciera no acusar no recibo o no hacer nada al respecto, puede llegar un momento en que se deja de hacerlo, generando distanciamiento y un daño profundo a la relación.
4. Tecno-interferencias
La adicción a nuestros teléfonos o pantallas, puede hacer que le demos más atención a la tecnología que a nuestra pareja. Cuando se usa constantemente el teléfono durante la comida, al final del día durante el poco rato que tenemos juntos, cuando vemos televisión, cuando estamos conversando y hasta incluso cuando compartimos momentos más íntimos, puede tener efectos realmente devastadores en el ánimo, felicidad y la satisfacción sobre la relación.
5. Los excesos de intimidad y confianza
Hay ciertas conductas que solamente hacemos en contextos de mucha intimidad y confianza. Algunas relativamente inocentes son hablar como guagua o llamarnos con nombres de animales en diminutivo.
Sin embargo, hay otro tipo de hábitos que pueden ser bastante más perniciosos y son los relativos al aseo personal, digestión, excreción y expresiones olfativo-sonoras provenientes de distintas partes de nuestro cuerpo.
Si quieres saber más sobre el tema escucha “Cómplices, Los Dos” este jueves a las 20:00 horas.
Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.
Síguelo en su cuenta de Twitter: @rodrigojarpa
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