La resiliencia aplicada a nuestras relaciones puede permitirnos entender los pilares que sustentan a las parejas felices.
En tiempos de calma y tiempos de adversidad, la resiliencia puede ser el mejor timón, o la brújula más calibrada. La vida puede ponernos a prueba, pero siempre es posible volver a una posición de crecimiento y evolución, a la del amor, el respeto mutuo y la armonía.
La resiliencia en una relación es la capacidad de soportar obstáculos y problemas y, a pesar de todo, sobreponerse a la adversidad como pareja.
Estos son algunos de los hábitos característicos de las parejas resilientes:
1- Existe la disposición de enfrentar los problemas
Una pareja resiliente es sensible a las necesidades y preocupaciones del otro. No eluden los problemas ni le restan importancia. Ser consciente de las emociones y dudas de tu pareja puede prevenir futuros problemas.
En última instancia, no esperan «adivinar» qué es lo que le molesta o afecta a la otra persona. Se atreven a comunicar de manera asertiva lo que sienten, lo que piensan y lo que necesitan.
2- No necesitan estar de acuerdo en todo
Debe haber espacio para el desacuerdo y las diferencias. Esto implica aceptación mutua, respetando las distintas perspectivas y formas de pensar. Esta aceptación genuina nos permite resolver conflictos y disputas de manera más efectiva.
3- No se enfocan en culpar, sino en solucionar
Un problema común en muchas relaciones es caer en el juego de la culpa. Buscar a alguien a quien culpar cuando las cosas no van bien a menudo resulta en malas decisiones y generalmente empeora la situación.
Con el tiempo, el hábito de proyectar toda la culpa sobre el otro puede generar conflictos e incluso rupturas. Las parejas resilientes aceptan su cuota de responsabilidad en los problemas y se enfocan en resolverlos, en lugar de apuntar al otro con el dedo.
4- Muestran una actitud constructiva y positiva cada vez que pueden
El sentido del humor, la positividad y el buen ánimo construyen rasgos resilientes. No se trata de evadir los problemas con una sonrisa; se trata de que ambos se comprometan a ver el lado positivo de las situaciones (cuando corresponda) y creer que puede haber soluciones a los problemas.
5- No tienen miedo de ser vulnerables
Las personas resilientes no tienen miedo de expresar sus emociones. Poder expresar tus sentimientos, necesidades y deseos dentro de tu relación fortalece el vínculo de intimidad y fomenta la confianza. Se necesita coraje para mostrarnos a nuestros seres queridos tal como somos y como realmente nos sentimos.
En general, la resiliencia puede ayudarnos a seguir avanzando a pesar de los desafíos y a apoyarnos mutuamente en el camino.
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