Isidora, 33, una joven y atractiva diseñadora, siente que ella y su pareja-Vicente de 35, Ingeniero Comercial, con quien tiene 2 hijos de 3 y 5 años, deberían tener mejor y más sexo del que están teniendo. “Cuando recién empezamos a salir el sexo era buenísimo, teníamos relaciones en el auto, en la cocina y hasta incluso una vez lo hicimos en la azotea de un edificio mientras todos nuestros amigos se preguntaban a donde nos habíamos metido” señala ella. “teníamos relaciones muy seguido, ahora es bueno, pero ni se compara como era al principio y siento que debería volver a ser así”.
¿Las «sexpectativas» son el problema?
Entonces podríamos preguntarnos si el problema –o la solución- de Isidora está solamente en la cama o también en sus «sexpectativas». Es muy frecuente que las personas consideren como el referente de una buena vida sexual, lo que hacían cuando recién se conocieron o en los primeros meses de relación. Nuestra sexualidad tiene a mutar con el tiempo, así como va cambiando lo que pasa en nuestras vidas y eventualmente en nuestras relaciones de pareja.
Todo cambia en la vida y es parte de la inteligencia adaptarse al cambio; ya lo decía el pre-socrático Heráclito: “No te bañaras dos veces en el mismo rió…” Muchas veces nos presionamos a vivir el sexo como lo hacíamos cuando recién nos conocimos, o como pensamos que otra gente lo hace. Entonces; ¿quieres que tu vida sexual cambie porque no te hace feliz, o porque piensas que los otros lo pasan mejor que tu?
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En la totalidad de nuestras vidas no es mucho el tiempo que pasamos teniendo sexo y en que disfrutamos de este; quizás menos del 25% de nuestro paso por el planeta. La investigadora británica Tracey Cox, señala que el 20% de las personas considera el sexo como lo más importante en una relación de pareja y un 80% lo considera importante pero no lo principal, siendo un buen sexo el reflejo de una multiplicidad de factores.
En una encuesta realizada en Internet, dirigida por el sexólogo argentino, Adrian Sapetti, un 65% ubicó algunos de los siguientes hechos como más importantes que el sexo en la edad adulta (son palabras textuales de los encuestados): el trabajo, el amor, la vocación, el dinero, la salud, los logros y la realización personal, la gloria, la religiosidad, el arte, el reconocimiento social, el poder, una relación marital cordial, los deportes, los hijos, la buena salud, el compañerismo en la pareja, la solidaridad, la amistad, leer o escuchar música, ver t.v, el afecto, sentirse queridos (aunque no haya sexo).
Con esto no pretendo restarle valor a la dimensión sexual de las personas ni dentro de la realidad de pareja, pues tengo clara su importancia -si no, no me dedicaría a lo que hago…
Algunas veces hay dificultades, diferencias o conflictos que se mantienen en el tiempo. Puede que casi siempre queras más o menos sexo que tu pareja, o quizás tu pareja nunca va a ser lo que tu esperas que sea en la cama. Entonces esta en ti el que te puedas comprometer o no a vivir con eso. Es importante señalar que personas en relaciones de pareja felices y de largo tiempo, raramente señalan que su amor se basa en el sexo, ellos enfatizan en cosas como la amistad, proyectos, valores, visión de vida. El sexo es importante, se puede mejorar y hacerlo más satisfactorio, pero hay que pensarlo dos veces antes de dejar una relación por no estar teniendo sexo salvaje y desenfrenado todos los días.
Si quieres saber más sobre el tema escucha “Cómplices, Los Dos” este jueves a las 21:00 horas.
Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.
Síguelo en su cuenta de Twitter: @rodrigojarpa
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