Muchas me han preguntado cómo cuidar la piel. Además de recomendarles usar a diario cremas para humectar y bloqueador solar para proteger, tengo otro secreto: las mascarillas caseras. Es bueno adquirir el hábito de aplicarlas al menos una vez al mes.
Acá te dejo tres muy sencillas, pero súper eficaces.
MASCARILLA DE YOGUR
Si quieres combatir la flacidez de tu piel esta es una gran opción.
Ingredientes
- 3 cucharadas de yogur natural
- 1 cucharada de miel
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cápsula blanda de vitamina E (se compran en farmacias).
Instrucciones
Pon en un recipiente el yogur y añádele la miel y el aceite, mezcla todo y termina incorporando la cápsula. Revuelve bien para conseguir una pasta homogénea y aplícatela. Deja que actúe 15 minutos y retírala con agua fresca.
MASCARILLA DE ALOE VERA
Para más inmediatez te recomiendo recurras a las capacidades regeneradoras del aloe vera.
Ingredientes
- 2 tallos de aloe vera
- 1 cucharada de miel
- 1 clara de huevo
- Un par de hojas de orégano fresco.
Instrucciones
Para preparar la mascarilla tienes que extraer la pulpa del aloe, ponerla en el vaso de la batidora y añadirle el resto de ingredientes. Aplícala y deja que actúe unos 20 minutos, después retírala con agua fría.
MASCARILLA DE AVENA Y YOGUR
Si tu problema son los puntos negros, esta es al solución.
Ingredientes
- 1 yogur natural
- 2 cucharadas de avena
- Unas gotitas de limón recién exprimido
Instrucciones
Pon el yogur natural en un bol y bate bien con ayuda de una cuchara de madera. Luego añade la avena en las cantidades indicadas y exprime encima un limón fresco para añadir unas gotitas de su jugo. Mezcla bien hasta formar una especie de pasta. Limpia tu rostro con un poco de agua caliente, de esta manera conseguirás abrir los poros y ablandar los puntos negros. Luego aplícate la crema casera de yogur y avena, aplicando un ligero masaje sobre todo en aquellas zonas donde más puntos negros tengas. Deja que la mascarilla actúe entre 10 a 15 minutos. Una vez haya pasado este tiempo aclara el rostro con agua fría. Para terminar, aplícate tu crema hidratante habitual.