Como dice el refrán: las acciones hablan más fuerte que las palabras. Pero como dicen los hechos, sin las palabras es posible que no haya mucha acción.
Muchas parejas en terapia me dicen: «Tenemos problemas de falta de comunicación sexual”. Pero como todo es comunicación y no podemos no comunicarnos, muchas veces a lo que realmente se refieren es a que no hablan sobre sexo. O cuando lo hacen se generan malentendidos o les resulta difícil hacerlo.
La pregunta no es si nos estamos comunicando, sino si estamos comunicando lo que queremos de una manera que logre lo que esperamos.
¿Por qué evitamos hablar de sexo en pareja?
Una de las principales razones por las que hablar de sexo es importante, es porque nadie es un lector de mentes. El problema es que la mayoría de nosotros no habla de sexo tan bien como cree.
Según un estudio reciente realizado a 1002 personas, solo el 27 por ciento puede hablar sobre sexo sin torpeza ni dificultad, mientras que el 73 por ciento restante no puede; o cuando lo hace se generan malentendidos, evitan hacerlo porque es difícil o consideran que no tiene importancia.
Las personas que pueden hablar sobre sexo con sus parejas tienen significativamente más sexo. Lo contrario también es cierto: las personas a las que les resulta incómodo o difícil hablar de sexo, o evitan hacerlo por completo, tienen mucho menos sexo. En el estudio recién comentado, el 74 % de los que se comunicaban muy bien, tenían relaciones sexuales una vez a la semana o más, mientras que solo el 45 % de los que tenían una comunicación razonablemente buena tenían relaciones sexuales con esa frecuencia.
Quienes hablan de manera abierta y efectiva sobre sexo también tienen muchas más probabilidades de ser felices en su relación en general en comparación con quienes no lo hacen. Incluso en las parejas que tienen poco o nada de sexo, aquellos que pueden hablar sobre el tema tienen muchas más probabilidades de ser felices en su relación que aquellos que no lo hacen.
Se necesita más investigación para determinar si hablar puede compensar de alguna manera la falta de sexo, tal vez porque aquellos que pueden hablar de sexo también parecen ser más generosos en lo que respecta a las necesidades emocionales de sus parejas. Por otro lado, tener ese tipo de conversaciones puede ser una forma de conectar y potenciar la intimidad emocional.
Algunas sugerencias para hablar de sexo de manera efectiva son:
Intenta mantener la proporción mágica de 2 por 1. Es decir, por cada dos cosas positivas puedes decir una negativa o petición. Por ejemplo: “me gusta mucho tener sexo contigo y me encanta como me tocas, pero me gustaría que algunas veces nos diéramos más besos y nos tocáramos más antes de la penetración”.
Deja de lado las generalidades y habla de tus gustos y necesidades en primera persona. Por ejemplo: “me gustaría que estuviéramos más tiempo tocándonos y dándonos besos antes de la penetración” V/S “a todas las mujeres nos gusta el juego previo y lo necesitamos”. En este punto es importante también evitar hablar de lo normal, lo que todos hacen, lo que tus amigas hacen y sobre todo lo que tus ex parejas hacían.
Por último pero no menos importante, es recomendable tener estas conversaciones en un contexto de tranquilidad, mirándose de frente y minimizando al máximo las interrupciones. Es fundamental tener la disposición a escucharse sin estar a la defensiva ni apuntando al otro con el dedo.
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