Nos despedimos de 2017 y le damos la bienvenida al 2018, un año nuevo donde la Luna será una de las protagonistas de las predicciones astrales. ¡Descubre más en nuestro especial de #LosMensajesDeCupido!
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2018: El año de la pasión
Aquí encontrarás una visión general del nuevo año 2018, en el que nuestro planeta dará otro giro completo alrededor del Sol. Siempre es útil conocer con anterioridad las condiciones del Cosmos para este período, a fin de imaginar cómo te pudieran afectar en lo particular y prepararte para hacerle frente a los nuevos desafíos. Conviene aceptar las dificultades que puedan surgir en tu vida personal, disponerte a superarlas, con tus propias potencialidades y sacar el máximo provecho a las oportunidades que también se irán ofreciendo en el transcurso de los meses.
El ciclo de las trece Lunas
La primera noche del año nos regala la primera y la más grande de las trece lunas que, de manera excepcional, tiene este período. En efecto, al caer la tarde de ese día inaugural, surgirá por el horizonte oriental una inmensa Luna, mucho más grande que ninguna de las otras doce que tendrá este año. Será un fenómeno extraordinario, conocido como Super Luna, debido a su inmenso tamaño porque nuestro satélite estará pasando en ese instante por el punto más próximo a nosotros, en un período de 28 meses.
Antes de que acabe el primer mes del año, reaparecerá la misteriosa Luna vestida de azul y se esconderá detrás de la sombra que emita nuestro planeta. Ésa será la segunda Luna Llena del mes, por eso se le conoce también como Luna Azul (Blue Moon), ella quedará totalmente eclipsada, aunque ese ocultamiento no será percibido en nuestro continente.
Aunque el mes de febrero la Luna no se podrá mostrar completa, el siguiente mes nos volverá a brindar otra doble Luna, con la segunda Luna Azul seguida. Esa condición, de dos lunas azules consecutivas, no ocurría desde hace 19 años (1999). Esa rareza le otorga una potencia suprema al influjo lunar sobre la psique colectiva.
Concluyendo el mes de julio se volverá a eclipsar totalmente nuestro satélite, con la particularidad de hacerlo en conjunción con Marte. El astro rojo, que se alineará con esa segunda Luna Llena Eclipsada, de este año, no se aproximaba tanto a nuestro planeta desde 2003, y no volverá a ponerse tan cerca hasta 2035. Esa cualidad de Marte transmite una energía inusual que altera el equilibrio y promueve la confrontación.
Como todos los años, el tránsito de Júpiter define el carácter del período, pues es el único de los astros que permanece un año completo en cada uno de los signos zodiacales, asimilando con él la fuerza de ese lapso. En esta ocasión el planeta de la expansión y el desarrollo se mantendrá casi todo el tiempo en Escorpión, cultivando también la fuerza transformadora de la pasión.
Después de tres décadas Saturno regresa al signo de Capricornio, en donde permanecerá durante los próximos tres años. Es el planeta que posee la función de controlar y dominar, y a él se atribuye el gobierno de ese signo zodiacal. Al completar un ciclo de su recorrido por la rueda zodiacal se esperan cambios significativos en la conducción de la sociedad, removiendo viejas estructuras y estableciendo un ordenamiento social y político diferente.
El carácter preponderante de la Luna durante todo este año y la destacada posición de Marte en el mismo período, se combinan para emitir una fuerza superior en 2018 que se expresará en la especie humana a través del fluir de las emociones: la impulsividad, la agresividad, la irritabilidad, el frenesí, la inestabilidad, el misterio y la pasión. Se requerirá de una dosis mayor de tolerancia y serenidad para controlar los deseos y dominar los arrebatos del alma y del cuerpo.
El movimiento astral de los próximos meses estará bajo la conducción de las fuerzas antes descritas: la sensibilidad extrema, fragilidad y volubilidad de la Luna; la impulsividad y agresividad de Marte; la concentración apasionada de Júpiter en Escorpión; y el afán de control, contención e imposición de Saturno, en Capricornio. Ellos incidirán, en conexión con el resto de los cuerpos celestes y las inclinaciones naturales de cada uno de nosotros, en el las acciones y ejecutorias de los meses por venir.