Muchos de los conflictos, malentendidos y sufrimientos que existen en las relaciones de pareja, pueden deberse a como pensamos respecto al otro, a los acontecimientos y a nosotros mismos. Más que los hechos en sí, lo que nos puede traer consecuencias negativas es cómo pensamos respecto a los hechos.
La psicología cognitiva habla de distorsiones cognitivas: formas rígidas, limitantes y disfuncionales de procesar la información. No importa mucho si lo que pensamos es verdadero o correcto, si no más bien si nos sirve o no.
Aquí hay algunas de las distorsiones cognitivas que se dan con más frecuencia. El conocerlas nos puede ayudar a identificarlas cuando se presentan y actuar de forma más efectiva.
1. Pensamiento todo o nada:
Es cuando vemos las cosas blancas o negras, sin grises o puntos medios. Generalmente se asocian a usar palabras como siempre, nunca, todo, nada, jamás.
Algunos ejemplos: «Él nunca me acompaña a los panoramas que a mí me gustan», «Ella siempre tiene que tener la razón», «Nunca estamos de acuerdo», «Todas las veces soy yo la que tiene que tomar la iniciativa». Ojo: los siempre y los nunca, los todo y los nada, la mayoría de las veces tienen excepciones.
2. Lectura de mentes o adivinación del pensamiento:
Es cuando tomamos una actitud agresiva o defensiva, en base a lo que creemos que está pensando el otro. Nos terminamos creyendo lo que suponemos que el otro piensa, sin preguntarle o incluso cuando nos ha dicho lo contrario.
Por ejemplo: «Ella me dice que no le importa, pero yo sé que en verdad si le importa y mucho», «Me dice que me encuentra bonita, pero yo sé que no es así», Encuentro que está tan despreocupado y en otra el último tiempo, que estoy segura de que sigue pensando en su ex», «Eso lo dice porque tiene que estar esperando que yo me quede en la casa».
¿Te has dado cuenta de que hay veces en que ni nosotros mismos sabemos muy bien que nos pasa? ¿Cómo podemos saber entonces de manera confiable lo que le pasa al otro? Preguntar antes de adivinar o no creerte todo lo que piensas, pueden ser de mayor utilidad.
3. Etiquetado negativo o rotulando personas:
Es cuando definimos a la persona de manera negativa, le ponemos un cartel y dejamos de ver todo lo positivo que queda fuera de él. El ponerle un rotulado negativo a nuestra pareja, hace que potenciemos una imagen negativa del otro y que incluso generemos una profecía auto cumplida.
Ejemplos: «Eres muy egoísta, siempre tenemos que hacer lo que a ti te gusta», «No le gusta trabajar porque es muy floja», «Es que yo soy así, siempre he sido mal genio y no voy a cambiar».
4. Los debería:
Es cuando mantenemos reglas rígidas o exigencias de cómo tienen que ser las cosas, nosotros mismos o los demás. Es importante diferenciar que hay cosas que a mí me gustaría o preferiría que fueran de determinada manera, pero no por esto tienen o deben ser así.
Por ejemplo: «Él debería saber lo que me gusta y no tener yo que andar diciéndoselo», «es obvio que cuando no hay nada en el refrigerador, él tiene que ir a comprar», «tú deberías saber cómo me siento», «no debería estar sintiéndome así».
Recuerda que en el programa de esta semana seguiremos conversando sobre estos temas. Escúchanos este jueves en «Cómplices, Los Dos», de 20:00 a 21:00 horas. ¡Puedes comentar con nosotros usando el hashtag #ComplicesFMDOS!
Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.
Síguelo en su cuenta de Twitter: @rodrigojarpa
¿Tienes alguna duda que quieres resolver sobre este u otro tema? Deja tus preguntas para que Rodrigo Jarpa pueda seleccionar y contestarlas en una próxima columna:
[gravityform id=»389″ title=»false» description=»false»]