Más que un clásico, es un básico del clóset que se reinventa una vez más, ampliando sus límites de versatilidad, siendo apta para casi toda ocasión y todo tipo de cuerpo.
Como regla general cuando se trata de chaquetas e intentas estilizar el tronco, elige aquellas cuyo largo llegue hasta las caderas. No te preocupes de cuan ajustada deba ir: juega con los volúmenes, una prenda suelta no te hará ver más ancha si lo compensas con algo más ceñido en las piernas por ejemplo y de paso las alargas con zapatos con un poco de altura.
La chaqueta de jeans es la prenda perfecta para darle un toque final a tu look, expresando tu personalidad. ¿Cómo? Acá algunas ideas:
- La chaqueta mezclilla en dos versiones o en dos siluetas: al estilo de los años 70 es más ceñida y de los 90 más oversize o grande. Nos pegamos un pequeño salto en el tiempo, porque la reminiscencia a los noventa vuelve en algunos guiños, como la chaqueta mezclilla grande, que nos recuerda más al grunge que a la época hippie. Una excelente opción es comprarlas en la ropa usada, son las mejores.
- Jugando al layering con tu chaqueta mezclilla: puede ir arriba de una polera y camisa abierta por ejemplo para esta época o ir debajo de un blazer formal si hace un poco de frío. Hasta hace poco, el layering estaba reservado a las camisas mezclilla; hoy se amplía también a la chaqueta.
- Denim sobre denim: otra tendencia que nos hace pensar de forma creativa es mezclar diferentes tonos de mezclilla tanto en camisa, chaqueta y pantalón. El resultado puede variar según tu estado de ánimo desde una informalidad limpia, a un hippie chic extremo.
- Tu chaqueta en su versión más chic: si bien es una prenda por excelencia relajada, no significa que puedes darle un toque de formalidad. Ese giro lo logras al mezclarla con enteritos sin estampados, prendas básicas como una camisa blanca, pantalón de vestir o culottes y tacones.
- La era de la personalización también llega a las prendas, ¡y en esto la delantera la lleva por lejos la chaqueta de mezclilla! Podemos ver desde frases escritas a mano en la espalda y parches eclécticos a grandes figuras pintadas, ya saben que en gustos no hay reglas. Lo mejor de todo es que mientras más artesanal y home made, ¡mejor!
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