Hay muchos mitos y estereotipos de género profundamente internalizados relacionados con el sexo que pueden contribuir a sentimientos de insuficiencia, vergüenza y culpa, cuando ocurren cambios en el deseo sexual.
Estas creencias pueden ser limitantes, afectando nuestras experiencias sexuales y nuestra propia confianza.
Aunque las personas de todas las identidades de género se ven afectadas por narrativas inútiles sobre el sexo, estos son algunos de los mitos y estereotipos más generalizados sobre el deseo sexual masculino.
Mito #1: El deseo sexual masculino es más fisiológico que el deseo sexual femenino
¡Falso! Es importante tener en cuenta que gran parte de la investigación sobre el deseo sexual se ha centrado en las mujeres. Por otra parte, los estudios sobre el deseo sexual masculino han tendido a enfocarse exclusivamente en factores fisiológicos, como por ejemplo en las hormonas o la biomecánica de la erección.
Aunque la biología es un aspecto relevante, hay muchos otros factores que inciden en la libido masculina. Estos incluyen los factores psicológicos, relacionales y socioculturales. Por lo tanto, tener por ejemplo la testosterona al 100%, no es lo único que determinará el deseo sexual.
Mito #2: Los hombres tienen que… para ser buenos amantes. La idea es que tú completes el espacio en blanco con cualquier idea relacionada con el rendimiento o desempeño sexual.
¡Falso! Para muchas personas, estas creencias provienen de múltiples fuentes, incluidas películas, pornografía, libros y redes sociales. Estos mitos crean estándares poco realistas que pueden influir negativamente en las creencias y expectativas sobre lo que se espera del sexo.
Si bien podemos tener nuestras preferencias, pensar que alguien tiene o debe cumplir con algo en el sexo, es fuente de estrés y frustración. La investigación sugiere que los mitos relacionados con el desempeño sexual masculino tienen uno de los mayores impactos en el deseo sexual de los hombres.
Ponerse a pensaren el rendimiento, en la erección o la duración, pueden ser causa de ansiedad, lo que eventualmente lleva a tener relaciones sexuales poco placenteras y, por lo tanto, es probable que disminuya el interés por tenerlas. Diversos estudios han propuesto que la baja autoconfianza sexual tiene un impacto negativo en el deseo sexual.
Mito #3: Los hombres están siempre listos y con ganas de tener sexo
¡Falso! El deseo sexual (en personas de cualquier identidad de género) puede ser activado por estímulos internos y externos y se ve afectado por tres componentes biopsicosociales principales. Estos componentes han sido descritos por los investigadores como (1) impulso, un proceso biológico, (2) motivación, un proceso psicológico y (3) deseo, un proceso cultural.
Cada uno de estos procesos se compone de dinámicas que pueden afectar cómo y cuándo un individuo experimenta el deseo. Es muy poco probable que todos los componentes relacionados con el deseo sexual, estén en alineados en un estado óptimo, el 100% del tiempo, como para estar siempre listos y con ganas de tener sexo.
Si tienes la expectativa de que tú o tu pareja, cumpla con esto, tendrás la frustración garantizada. Sin embargo, el comprender y comunicarse sobre los muchos factores que inciden en el deseo, puede ser útil para enfocarse en reducir los que afectan negativamente y aumentar los que son un aporte.
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Mito #4: Si un hombre no experimenta deseo por su pareja, debe ser por la pareja
¡Falso! Este mito es importante, ya que puede crear confusión y sentimientos de insuficiencia o rechazo. Como hemos visto, hay varios factores que pueden conducir a una disminución del deseo sexual en una relación estable y de largo plazo. Estas razones a menudo tienen menos que ver con la pareja y más con la naturaleza de la monogamia a largo plazo.
Por ejemplo, en este contexto, tiende a surgir naturalmente la comodidad y la rutina. Estos pueden ser componentes muy positivos, también pueden ir en contra del deseo sexual. Tener experiencias sexuales nuevas y reducir el exceso de familiaridad son conductas relevantes para cultivar el deseo sexual. Comunicar los deseos y preferencias sexuales con la pareja permite aprender sobre cómo cada uno experimenta el placer, lo que puede aumentar la compatibilidad sexual y el deseo en general.
Por ultimo, los cambios en el deseo sexual a lo largo de la vida son comunes y normales. Sin embargo, si has experimentado cambios que no has sabido manejar y te están generando sufrimiento a ti o a tu pareja, te recomiendo que te informes (¡el conocimiento es poder!) y consultes con una o un especialista.
De esta manera pueden buscar las soluciones para disfrutar de una vida sexual rica y placentera.
Referencias: (Nimbi et al., 2018. Hendrickx, Gijs y Enzlin, 2013. Levine, 2003.)