Los afrodisíacos son sustancias que supuestamente tendrían la capacidad de incrementar el deseo sexual. El término deriva del nombre Afrodita, la diosa griega del amor. Afrodita representaba la belleza, la sensualidad y el amor (no en el sentido romántico sino erótico).
Si bien los afrodisíacos son sustancias que van desde brebajes, plantas, hierbas, mariscos y hasta cuernos de rinoceronte, hoy hablaremos de los “antiafrodisíacos”, pero no específicamente de sustancias.
Hay conductas y contextos que pueden tener un gran impacto en la disminución de nuestro deseo. Estos son algunos de los antiafrodisíacos más frecuentes.
1-Alta conflictividad y una mala relación fuera de la cama
Si bien es frecuente que la baja de deseo se presente en parejas que se quieren mucho y se llevan bien, el caso contrario también ocurre.
Parejas en las que predominan las discusiones, el mal manejo de los conflictos y que tienden a estar mejor cuando no están cerca, pocas veces sienten ganas de estar cerca en el ámbito sexual. En este caso podría ser una buena idea el mejorar la relación para mejorar el sexo.
2-Esperar a que “te den ganas”
Si pensamos que el deseo tendría que invadirnos de forma espontánea sin hacer nada al respecto, mientras lavamos los calcetines con pelotitas o mientras vemos las noticias con pijama de polar, puede que se nos pase la vida esperando. En general, se suele sentir este deseo “espontáneo” al comienzo de las relaciones, durante la etapa de amor pasional.
A medida que avanza la relación, no se suele sentir ese impulso libidinoso a priori de manera espontánea. Por lo tanto, es bastante común que este deje de ser el factor motivacional principal o exclusivo para tener sexo con nuestra pareja. Ahora los factores relacionales y emocionales cobran mayor relevancia.
Asimismo, se considera absolutamente normal que hombres y mujeres —sobre todo quienes están en una relación de pareja estable— suelan iniciar los encuentros sexuales sin la necesidad de un deseo sexual previo. Es bastante usual entonces que se acepte o comience un acercamiento erótico desde un estado de relativa neutralidad, donde el deseo sería entendido como la disposición a entrar en dicho acercamiento.
3-Efectos secundarios de antidepresivos u otros medicamentos
Puntualmente el uso de antidepresivos en Chile es altísimo. Muchos de estos tienen efectos secundarios que afectan la esfera sexual.
Sin embargo, es importante que esto se evalúe con el médico tratante y en ningún caso suspender el tratamiento o remplazarlo por otro sin consultar con un especialista.
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4-Cansancio
En nuestra “sociedad del cansancio” este es uno de los mayores enemigos del deseo y no solo eso.
Muchas veces también es un enemigo de las relaciones de pareja, de las amistades, de hacer deporte y del bienestar en general. He ahí que también se destaque entre loa antiafrodisíacos más comunes.
5-Sexo poco placentero
Por los motivos que sean, si nuestros encuentros sexuales son poco placenteros, se disminuye la probabilidad de que busquemos repetir dicha conducta.
La información, el cuidado de la salud, estar abiertos a nuevos aprendizajes y la comunicación asertiva pueden ser de tremenda ayuda en este punto. El placer es un derecho y uno de los mejores afrodisíacos que pueden existir.