Así como hay adultos con «alma de niños» y niños que parecen adultos, la edad puede influir en cómo vivimos nuestra sexualidad, pero está lejos de ser determinante. Aquí la diversidad es la norma y las velas que soplemos en nuestro próximo cumpleaños, pesan menos que cómo nos sintamos o qué pensemos al hacerlo.
Otro factor de peso es la cultura: es muy distinto cumplir 18 años en Santiago de Chile, que cumplir 18 en Yemen. Habiendo dicho esto, veamos algunas generalidades.
Infancia
Si bien somos seres sexuados desde que nacemos hasta que morimos, el sexo durante la infancia no es algo que nos interese o exista, al menos desde la visión adulta del sexo.
Por ejemplo, si un niño se toca sus genitales y siente placer, lo hace netamente por el placer sensorial que eso le genera. Eso no es masturbación: no existe la intención consciente de obtener placer sexual y no hay estímulos eróticos ni fantasías. Los niños no piensan en Peppa pig mientras lo hacen.
Pubertad y adolescencia
Durante la pubertad y la adolescencia, el cuerpo y las hormonas —al menos— están preparados y deseosos.
Aquí muchas veces —asumiendo la sobre generalización— las mujeres se interesan en el sexo ligado a los afectos, a las relaciones y a cierta idealización romántica. Los hombres por su parte, pueden excitarse viendo una parte de un cuerpo en un trozo de papel. Se dice que los hombres, desde el punto de vista fisiológico y en términos de rendimiento, están en su peak sexual. Aunque muchas veces esto último se traduce en cantidad más que en calidad.
Primeros años de la adultez
Dejando atrás las hormonas efervescentes y entrando en la adultez, hay ciertos aspectos de nuestra sexualidad que comienzan a consolidarse. Muchas personas comienzan a establecer relaciones estables y muchas otras se lo proponen.
Las mujeres en general ya han aprendido mucho más sobre sus cuerpos y su placer. Los hombres por su lado, comienzan a tener un periodo refractario más largo (el tiempo que transcurre desde la eyaculación hasta lograr una nueva erección), la frecuencia masturbatoria es menor y muchos comienzan a necesitar de más estimulación para excitarse.
Más de 40 años
Si seguimos avanzando, entrando en los 40, muchas personas ya están en relaciones estables, varios con hijos y múltiples responsabilidades.
Se dice que las mujeres alcanzan la cúspide de su placer y disfrute sexual (independiente de que la frecuencia sexual pueda ser menor): ya se conocen, se han relajado con el cuerpo, con la culpa y saben mejor qué es lo que quieren. Las dificultades tienen que ver con cómo mantener el deseo con la pareja estable y pretender la monogamia. Hay estadísticas que revelan que los mayores índices de infidelidad, se dan entre los 40 y 55 años.
Más de 50 años
Pasados los 50 y desde lo fisiológico, en los hombres hay una disminución progresiva de testosterona, baja el deseo y la frecuencia de erecciones espontáneas, se necesita más tiempo y estímulo para excitarse, la meseta se prolonga, los orgasmos son más cortos y menos intensos y el periodo refractario aumenta.
En las mujeres al disminuir los niveles de estrógenos y progesterona, tiende a bajar el deseo, la lubricación vaginal disminuye (para lo que resultan de gran utilidad los lubricantes o geles externos como YES), las contracciones orgásmicas disminuyen en promedio de 8-12 en mujeres jóvenes, a 4 o 5.
El placer en las relaciones sexuales, el contacto y la intimidad, no tienen por qué limitarse por estos cambios fisiológicos. Resulta de grandísima utilidad, particularmente en ésta y en las etapas posteriores, ampliar las prácticas sexuales y lo que entendemos por sexo. No limitarse al contacto genital y a lo que hacemos con partes específicas del cuerpo. Así podemos también seguir disfrutando del sexo a los 60, 70 y hasta el fin de nuestros días.
En el programa de esta semana seguiremos conversando sobre el tema. Escúchanos este jueves en «Cómplices, Los Dos», de 21:00 a 22:00 horas. ¡Puedes comentar con nosotros usando el hashtag #CómplicesLosDos!
Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.
Síguelo en su cuenta de Twitter: @rodrigojarpa
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